miércoles, 28 de julio de 2010

Una semana de relax en Pallawan

Cuando pensamos en nuestra estancia en Filipinas decidimos combinar las montañas y arrozales del norte con un destino de playa. Optamos porque fuera en Pallawan, de más difícil acceso y por lo tanto menos concurrido que otras zonas como Cebu y Boracay. Allí pasaríamos una semana tranquilamente...


Después de dormir poco, al día siguiente de la final, cogimos un avión de Airphilexpress (también vuela Cebu Airlines) desde Manila a Puerto Princesa, la ciudad más importante de Pallawan. Como llegamos al mediodía, decidimos quedarnos allí la primera noche (Banwa Arthouse, 650 PHP doble con baño privado y ventilador). Esa tarde dimos un paseo por el animado mercado donde vendían todo tipo de alimentos frescos, mariscos con muy buena pinta e incluso algas.



Nuestra idea era ir a El Nido, en el extremo norte de la isla, y quedarnos allí tres o cuatro días. Para llegar decidimos coger una minivan privada para turistas (700 PHP, por persona) que tarda cinco o seis horas, ya que la travesía en autobús público dura más de nueve. Salimos pasadas las siete de la mañana y llegamos sin contratiempos a la hora de comer, después de haber hecho una breve parada en Roxas para tomar algo. Como insistimos en pagar a la llegada, no les salió bien la jugarreta de dejarnos a las afueras del pueblo con varios trycicles esperándonos con los brazos abiertos. Ya que no habíamos conseguido que nos bajaran el precio, bastante excesivo considerando que el vuelo desde la capital nos había costado poco más, les pedimos que nos dejaran más centricos.


No teníamos muchas ganas de comparar alojamientos así que nos quedamos en el primero que miramos: Rovic´s Pension (650 PHP), con una veranda con vistas a la bahía.



El Nido en sí mismo no es un lugar de playa paradisíaca pero es el punto de acceso más fácil a las excusiones en barco por el archipiélago de Bacuit, conjunto de islotes de origen karstico que las campañas de marketing comparan con la bahía de Halong. Así pues, lo típico es hacer alguno de los distintos tours de día completo que las agencias y hoteles organizan, parando en unos siete lugares y cuyos precios varian entre 450 – 900 PHP, con comida incluida. Nosotros hicimos el TOUR C aunque con algún cambio porque el mar estaba revuelto en algunas zonas y el TOUR A (laguna grande, laguna pequeña, laguna secreta... playa 7 comandos).




Hemos de confesar que pensábamos que el snorkel sería mejor pero poder ver de nuevo una tortuga marina nos hizo verlo todo de otra manera. Los días intermedios los tomamos de relax uno por culpa del tiempo, estuvo todo el día lloviendo y aún tuvimos suerte porque en otras zonas del país fue un tifón, y el otro por nuestra culpa, ya que nos quemamos tanto la espalda que necesitamos una jornada entera a la sombra. Con estos descansos no nos quedó tiempo para visitar otra de las atracciones de la isla, el río subterráneo de Sabang.

La vuelta de El Nido a Puerto Princesa la hicimos también en minivan privada(600 PHP, te dejan en la terminal de San José), aunque esta vez fue algo más accidentada ya que tuvimos varias averías e incluso pinchamos. Por suerte, en estos países todos los conductores son tipo Mc Giver y consiguen arreglarlo todo.

Esta segunda vez nos alojamos en Manny´s Guesthouse (400 PHP, con baño compartido y wifi gratis). Salimos a comer algo e intentar conseguir más pesos filipinos porque no nos quedaba ni para pagar la tasas del aeropuerto del vuelo de salida. Era domingo y todos los sitios de cambio de moneda estaban cerrados, se complicaba el tema. Ya pensábamos que no nos quedaba más remedio que sacar dinero del cajero y pagar, además de la comisión de nuestro banco, los 150 PHP que cobran los bancos de aquí. Pero quiso la buena suerte que coincidierámos con una mujercica a la que le pregunté por una pulsera y se preocupó por encontrarnos a alguien para cambiarnos unos pocos euros, lo justo para salir del paso. Al final, como agradecimiento le compré dos pulseras. Y para acabar bien el día cenamos comida típica filipina en el restaurante Kinabuch, donde se puede pagar con tarjeta.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué tal te han sentado los años, Marcos? Algo te habrá regalado la mujer,¿no? O al menos te habrá hecho una tartica. Oye, que ya nos diréis el pgimo y tú dónde celebráis juntos el cumpleaños este finde: ¿Al Bui? jeje.
Saludos!!

Potter

Anónimo dijo...

Pero bueno...no es paradisiaco ese lugar?? me pareció a mi estupendísimo el Ebro el otro día por la noche bajándolo con luna llena... quiero viajar con vosotros alguna vez!! aunque solo sea una!!!!
por cierto.. felicidades Marcos!
Disfrutad mucho muchísimo por todos nosotros eh?
un besote
Cris

Bea dijo...

Vaya agua cristalina teneis por ahi, aunque no hubiera tortugas solo el paisaje merece la pena, que´ relax...

Por aqui la Concha llena de medusas azules, preciosas, solo que pican que no veas las jodi´as, dos dias con sol y con bandera roja llevamos :(

Los Mac Givers molan, menos mal que saben porque si no, por esas carreteras... Cuidaros mucho, ya veo que viaje a viaje os lo montais mejor. Un besote! (y tirones de orejas pa Marquitos)
Mua

Anónimo dijo...

Quemados por el sol?? Luego os reireis de cierto personajillo q se quema la tocha de vez en cuando, jeje.
Quereis mi crema??
Un abrazo!!
Chiri
P.D1: Makos, esta noche nos echaremos una ronda a tu salud para celebrar el cumple.
P.D2: la cuenta de dicha ronda la pagas a la vuelta, of course :P

Silvia dijo...

Hace unos días escribistéis sobre centros comerciales, ahora sobre habitaciones mejores y espaldas quemadas... No sé, no sé... creo que no os reconozco. Será la edad? jeje. Un besico.
Silvia.

ml dijo...

Potter, con esto de estar las 24 horas juntos no hay manera de preparar nada sorpresa así que me esperaré a la vuelta. Ya te pediré consejo,je,je.

Cris, a ver si coincidimos pronto y preparamos viaje juntas. ¿Qué tal por Portugal?

Lalo, Bea y ..., vamos aprendiendo a darnos algún lujito, como el masaje aquel de Laos e incluso alguna cervecita como en Vientiane.

Chiri, a este paso te quitamos el puesto de Rudolf (sin acritud, era Rodolfo un reno...)

Silvia, no sé si es la edad o que aprendemos de vosotros cuando viajamos juntos, aunque todavía no hemos llegado al nivel del risotto con boletus o de las supermeriendas de Irlanda.

Gracias por las felicitaciones al cumpleañero. Lástima que no pudimos navegar ese día, pero yo se las adelanté por todos.

Sky dijo...
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