sábado, 17 de julio de 2010

Arrozales milenarios en Banaue y Batad

Llegamos sobre las siete de la mañana, casi sin dormir por la extraña razón de que les encanta poner el aire acondicionado a tope y hace muchísimo frío. Aunque ya habíamos leído sobre ello y llevábamos chaqueta no fue suficiente, hubiéramos necesitado una manta.

Un guía espontáneo nos acompañó a buscar alojamiento y acabamos en el Stairway Hotel (600 PHP, habitación doble con baño). Intentó convencernos para irnos ya de trekking pero le dijimos que nos íbamos a dormir un rato y quedamos con el sobre las diez. Bajamos al hall algo más tarde y vino un amigo suyo a explicarnos las opciones que teníamos.



Descartamos las caminatas de más de un día y nos quedaba: ir a un mirador para ver las terrazas de arroz de Banaue en trycicle (moto con sidecar y techo, todo de fabricación casera), combinarlo con otras terrazas y una cascada desde Huapo, o caminar en el día a Batad a ver sus arrozales declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco.

El primer día nos lo tomamos de descanso. El resto de la mañana la pasamos durmiendo y después de comer, la lluvia hizo que aplazáramos la visita al viewpoint. Dimos una pequeña vuelta por el pueblo y nos retiramos pronto para coger fuerzas para la caminata a Batad del día siguiente.


Este pequeño pueblo perdido entre las montañas sólo es accesible andando, después de subir un collado y volver a bajarlo. Primero hay que coger un trycicle o un jeepney hasta un cruce donde comienza la subida por una pista. Si se quiere pagar más y andar menos se puede alquilar un todoterreno hasta arriba. Nosotros preferimos llegar hasta Batad paseando entre arrozales desde el cercano pueblo de Baga´an y el trycicle (700 PHP) nos esperaría a la vuelta en la intersección, haciendo de esta manera un itinerario circular, sin repetir la ida y el regreso por el mismo camino. Para ello fue mejor coger un guía que nos acompañó durante el recorrido (1100 PHP), incluida la cascada cercana al pueblo.







Viajar nunca deja de sorprenderte. Por ejemplo, es común en algunas guesthouse de Banaue que no haya enchufes en las habitaciones y te cobren un extra por cargar las baterías del móvil, cámara u ordenador. Un poco mosqueados por este tema nos fuimos a cenar al cercano Green View Hotel donde a pesar de tener la misma política eléctrica no nos cobraron nada y además pudimos utilizar la wifi gratis.

Al día siguiente madrugamos para ir al viewpoint y desde allí coger el jeepney hacia Bontoc que salía de Banaue sobre las 8:30 de la mañana. Fuimos en trycicle con el mismo chico del día anterior (200 PHP) y pudimos disfrutar de las vistas tranquilamente en los distintos miradores que hay al lado de la carretera. Desde uno de ellos, tomaron la imagen que sale en los billetes de mil pesos filipinos.


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