miércoles, 25 de febrero de 2009

Recorriendo Fiordland

Entre Te Anau y el Milford Track, ya habíamos pasado unos días en Fiordland. Pero nos apetecía conocer algo más de esta región de Nueva Zelanda de la que teníamos buenas referencias.

4 de diciembre: Milford Road

Siguiendo las recomendaciones de dedicar un tiempo a la Milford Road decidimos volver a recorrerla, esta vez en coche. Esta carretera es famosa no solo por conducirte hasta el Milford Sound, sino por los paisajes y caminatas de sus alrededores.

Paisaje cercano a la Milford RoadPaisaje cercano a la Milford Road

Se supone que de 8 a 11 de la mañana los autobuses de los tours colapsan esta vía, así que estaba claro: no íbamos a madrugar. Nos acercamos al DOC para pedir información sobre los paseos que podíamos hacer en el día y consultar la previsión del tiempo. Como dan bueno para el fin de semana nos decidimos a reservar un crucero por el Doubtful con Real Journeys (Respuesta 9: Verdad). La chica insiste en aplicarnos una oferta que nos ahorra 70 dólares neozelandeses por cabeza... no vamos a decir que no!

Una de las decenas de cascadas del Milford SoundUna de las decenas de cascadas del Milford Sound

Ya en la Milford Road, vamos parando para ver un campo de flores moradas, el mirador sobre el valle Eglinton, los Mirror Lakes y el Knobs Flat hasta llegar al lago Gunn, donde comemos. A pesar de que empieza a llover nos damos prisa para llegar al embarcadero antes de las 4 y media. Queremos hacer el crucero por el Milford que ofrece Mitre Peak. Habíamos elegido esta opción porque el barco era más pequeño y a esas horas se supone que hay menos gente. También por el precio y la duración, aunque son casi iguales que en el resto de compañías. Normalmente se realiza el crucero cuando terminas el Milford Track, pero conociéndonos, habíamos preferido dejarlo para otro día y no llegar tarde a la cita.

Durante el crucero por el Milford, con el Mitre Peak al fondoDurante el crucero por el Milford, con el Mitre Peak al fondo

Ha dejado de llover cuando zarpamos, pero el cielo sigue muy gris. Va mejorando poco a poco mientras "paseamos" por el fiordo tranquilamente. Las vistas son buenas, disfrutamos de las focas y las cascadas... tanto que ML se queda sin fotos una vez más. Ya en tierra, hacemos un par de caminatas cortas por la orilla para ver el Mitre Peak (estampa típica del fiordo).

Milford Sound y Mitre Peak, desde tierraMilford Sound y Mitre Peak, desde tierra

No hay manera de descargar la cámara en los albergues de la zona y terminamos bajando hasta el lago Gunn a dormir. No se puede acampar en la carretera así que tenemos que ir hasta este camping "básico" del DOC. Eso significa un lugar para aparcar y una letrina que es mejor no usar. Se supone que tienes que apuntarte en un papel y echar el dinero en una honesty box, porque el lugar no está vigilado. De camino, alguna parada más para apreciar el paisaje, sobre todo en el Homer Tunnel.

5 de diciembre: Milford Road (II)

Madrugamos un poco y vamos a The Divide a desayunar. Desde allí, subimos andando al Key Summit (2,5h) que tiene buenas vistas de los alrededores: el lago Marian, el principio del Routeburn Track, el Hollyford Valley,...

Vistas desde Key SummitVistas desde Key Summit

Después de algún otro mirador con su paseo correspondiente, empezamos el camino de vuelta hacia Te Anau. Nos tomamos la tarde de relax: supermercado, Internet gratis en la biblioteca pública (y copia de seguridad de las fotos en DVD), descanso,... Cenamos bien y nos vamos a dormir al camping que hay camino de Manapouri.

6 de diciembre: Crucero por el Doubtful Sound

Preparamos la mochila sin prisas, desayunamos en la terraza del bar Catedral disfrutando el buen día que hace. Dejamos el coche bien aparcado y nos acercamos a hacer el checkin del crucero. Menos mal que esta vez la predicción del tiempo ha acertado. Después de esperarnos 1 día...

Crucero por el Lago ManapouriCrucero por el Lago Manapouri

A las 12:20 zarpa el primer barco del día, que nos llevará por el Lago Manapouri hasta la otra punta. Allí nos espera un bus que cruza un pequeño puerto de montaña y nos deja en la Deep Cove, donde empieza el fiordo. De camino, algunas cascadas y una parada en el mirador desde el que podemos hacer buenas fotos del Sound. Cielo azul.

Doubtful Sound desde la carreteraDoubtful Sound desde la carretera

De crucero por el Doubtful SoundDe crucero por el Doubtful Sound

El barco en el que vamos a pasar la noche tiene buena pinta. Compartimos camarote con un hombrecillo de Texas y su hija. Por la tarde nos apuntamos a hacer kayak... ML se creía que iba a ser más fácil. No hay manera de manejar ese cacharro! (Respuesta 15: Mentira).

Nos secamos y calentamos el cuerpo con una sopa. El crucero por el fiordo continúa, con este día tan bueno se ven las cosas de otra manera. También tenemos suerte con la fauna y podemos ver focas y pingüinos en la orilla.

Pingüinos durante el crucero por el Doubtful SoundPingüinos durante el crucero por el Doubtful Sound

La cena, muy correcta. Después acudimos a la charla que da la guía naturalista del barco. Tiene fotos bastante curiosas: el fiordo nevado, las máquinas para pelar possums,... Lo cierto es que están bastante obsesionados con este animalito al que consideran una plaga. Medio en serio, medio en broma nos anima a atropellarlo si se nos cruza por la carretera. No le haremos caso (Respuesta 16: Mentira).

7 de diciembre: Termina el crucero

Nos hacen madrugar pero es por un buen fin: disfrutar de las vistas. El barco se mete por uno de los brazos laterales del fiordo, donde las montañas se reflejan en el agua de forma casi perfecta. Apagan los motores y nos piden que guardemos silencio durante 5 minutos. Sólo se oyen las cascadas y los pájaros. Qué sensación!

Silencio en el Doubtful SoundSilencio

En el camino de regreso al embarcadero todavía tenemos tiempo de ver delfines "nariz de botella" que nadan junto al barco y saltan de vez en cuando para exhibirse.

Delfines nariz de botella durante el crucero por el Doubtful SoundLos delfines, broche de oro al crucero

Deshacemos el recorrido hasta Manapouri (bus y barco) y desde allí volvemos en coche a Te Anau. Vamos al cine a ver el documental Ata Whenua (Shadowland), con escenas de Fiordland desde el aire. Está bien, aunque casi nos quedamos dormidos.

Comemos una pizza en una terracita, para aprovechar el sol, y salimos rumbo a Queenstown.

domingo, 1 de febrero de 2009

Milford Track


Leimos sobre este trekking de cuatro días, una vez definido como el más bonito del mundo, hace tiempo y en nuestro itinerario por Nueva Zelanda no podía faltar. Sin embargo nos descuidamos en reservar (recomiendan hacerlo a principios de julio) y mirándolo a mediados de noviembre casi no lo conseguimos. Afortunadamente, después de estar atentos a bajas de último momento en la página web del DOC, encontramos dos plazas para empezar el 30 de noviembre.

Al ser temporada alta, sólo 40 personas pueden empezar el Milford Track cada día, en una sola dirección: desde el Glade Wharf hasta Sandfly Point.

29 de noviembre: Día de preparativos

Aprovechamos para llamar a casa desde un hostel con internet, antes de recoger los tickets para los refugios (135 NZD por persona) y las reservas del transporte. Nos ahorramos el autobús desde Te Anau hasta Te Anau Downs yendo allí a dormir, de esta manera "sólo" tuvimos que comprar el billete del barco hasta Glade Wharf, el del ferry que te cruza desde el Sandfly Point a la otra orilla y el del autobús de vuelta a Te Anau Downs. Total, 270 NZD los dos. No está mal el caprichito.

También tuvimos tiempo de investigar sobre los cruceros por los fiordos. El Doubtful Sound sólo es accesible de esta manera y tiene muy buena pinta, igual nos tenemos que dar otro capricho!

Completamos nuestro vestuario de montaña con botas goretex, una mochila nueva más pequeña y unos overtrousers alquilados para asegurarnos que no acabamos calados como en la excursión por el valle Tasman. Compramos comida y estamos listos para ir al Fiordland National Park Lodge. Tenemos suerte y aunque habíamos cogido una habitación múltiple estamos solitos y con el baño dentro. Duchita caliente y preparación de mochilas. Operación: mínimo indispensable. No queremos que el peso de la mochila nos impida disfrutar durante los próximos cuatro días de caminata.

30 de noviembre: Empezamos suavecito. (5Km, 1-1,5h)

Una última ducha antes de salir y dejamos el coche bien aparcado esperando que nos lo encontremos en perfecto estado a la vuelta. Los del Lodge no nos han querido hacer un barato en el parking y hemos optado por dejarlo en un descampado próximo lleno de coches. Andamos los 600 m que nos separan del embarcadero y a las 10:30 comienza el trayecto por el lago, cafecito incluido que aprovechamos. En poco más de una hora llegamos a nuestro punto de partida de este trekking de 53.5 km. Compartimos esta etapa con otros turistas que hacen una excursión organizada de un día, que desde luego no recomendaríamos. Además de por el precio, porque el primer día del Milford tan sólo se recorren 5 km (1 h - 1,5 h) hasta llegar al Clinton Hut. No entendemos por qué no se hace en tres días, bueno debe ser porque así pagas una noche más en sus refugios.


Un día magnífico con sol todo el tiempo. Disfrutamos del paseo por el bonito bosque, cruzando ríos de aguas transparentes y con la placentera sensación de estar cumpliendo un ansiado sueño. El refugio está bastante bien, incluso los baños tienen papel higiénico. Comemos y nos relajamos. Lo único malo son las abundantes sandflies, que hasta ahora casi no nos habían molestado en nuestro periplo por Nueva Zelanda. Menos mal que el repelente parece eficaz.


A las cinco de la tarde hacemos un paseo guiado con Peter Jackson, no el famoso director de El señor de los anillos, sino el ranger del Clinton Hut (Respuesta 6: Verdad). Es una lástima que casi no le entendamos nada de su charla magistral sobre la flora del lugar. Afortunadamente coincidimos en esta aventurilla con Rocio y Mori, dos españoles que también están de viaje por las antípodas, y que nos hacen un resumen con lo más interesante.

Con nuestros compis de trekking

Después de cenar nuestra comida de sobre, también nos apuntamos a ir a ver una colonia de luciérnagas: parecen estrellitas todas quietas. Y luego a dormir. Qué frío!! Solo llevamos un saco sábana y tenemos que taparnos hasta con el impermeable. Somos un desastre!

1 de diciembre: cascadas y bosque. (16,5 Km, 6 h)

Lástima que esté lloviendo porque el paisaje es muy bonito. Al principio y al final de la jornada, el sendero transcurre por un bosque donde no se ven los troncos de los árboles porque están cubiertos por musgo y líquenes. El resto del día caminamos por un valle de altas montañas de las que caen impresionantes cascadas por todos los lados. Menos mal que hay puentes para cruzar los ríos.



Si está despejado te recomiendan aprovechar y subir hasta el Mackinnon Pass, tramo que se hace en el tercer día, para poder disfrutar de las vistas aunque luego tienes que volver a dormir al Mintaro Hut. Como sigue lloviendo no tenemos que decidir si hacemos ese esfuerzo extra. A cruzar los dedos a ver si mañana mejora el tiempo.

Ya en el refugio, le acabo pidiendo una manta al ranger. Aunque me echa la bronca por no llevar el material apropiado, conseguimos dormir calentitos. Menos mal!

2 de diciembre: más lluvia. (14 Km, 6-7 h)

Todavía llueve cuando nos despertamos. Esperamos un poco pero no tiene pintas de mejorar así que empezamos a andar. Son 594 m de subida y casi 1000 de bajada. Vamos rapidito porque llueve sin parar y la ropa se empieza a calar. Una vez en lo más alto no podemos ver gran cosa, tan solo al guía de los que hacen el Milford Track pagando unos 1000 euros, ofreciéndoles chocolate caliente. Qué crueldad! Menos mal que hay enseguida un refugio y Rocío y Mori nos dejan su cacerola para tomarnos una sopita caliente. La nuestra nos la hemos olvidado esta mañana, qué desastre!


Ya hemos pasado lo más duro del trekking y nos hemos encontrado bastante cómodos, lástima del tiempo. Por la tarde parece que mejora un poco y nos acercamos a ver las Sutherland Falls, las cuartas cataratas más altas del mundo. El último tramo lo hacemos despacio, aprovechando para sacar la cámara de fotos.


Al llegar al Dumpling Hut se agradece la chimenea. Tras estar medio día mojados, es una sensación que se valora más que nunca. Después de cenar, el parte metereológico de la ranger no es demasiado alentardor: heavy rain, probables inundaciones, agua hasta la cintura, tal vez helicóptero para salir... Mientras, fuera, los keas se llevan los calcetines y todo lo que encuentran. Marcos sale a espantar a estos loros alpinos pero están acostumbrados a todo y pasan de él.


Dormimos juntos en una litera para no pasar frío. Nos reímos con lo diferente que son los pensamientos antes de dormir cuando estás de viaje: ¿pasaremos frío esta noche? ¿hasta donde llegará el agua en las inundaciones? ¿montaremos en helicóptero?

3 de diciembre: final del Milford Track pasado por más agua. (18 Km, 5,5-6 h)

Parece que no hay demasiado problema con las inundaciones pero los ríos están empezando a subir y hay que salir cuanto antes. Nos quedamos casi los últimos en el refugio pero andamos bastante rápido y vamos alcanzando a la gente. No nos hace gracia quedarnos atrás con estas previsiones.

Definitivamente los overtrousers que alquilamos no son nada efectivos y los chubasqueros que hemos comprado han sobrepasado su umbral de impermeabilidad. Estamos calados hasta los huesos, y eso significa que se ha atravesado la capa de la ropa interior. Qué incomodidad, qué frío, quién nos mandaría meternos en este berenjenal! (Respuesta 3: Mentira!)


Esperábamos vistas del Milford Sound al final, pero nada. Un paseo monótono por el bosque que, aunque muy impresionante, no necesitábamos andar cuatro días para disfrutarlo. Menos mal que podemos adelantar el barco y cogemos el de las 2 de la tarde en vez del de las 3:15. Ya en el otro lado podemos ponernos ropa seca y comprar chocolatinas. En nuestro afán de llevar poco peso habíamos ajustado demasiado la cantidad de comida y tenemos mucho apetito. Vamos a comer algo más y aprovechamos para conectarnos a internet. Han llegado las postales que enviamos desde Indonesia. Justo a tiempo para el cumple de mi sobri, bien!

A las cinco cogemos el bus de vuelta a Te Anau Downs. Después de despedirnos de Rocío y Mori, comprobamos que la campervan está enterita. Vamos hasta Te Anau, buscamos un camping donde poder ducharnos de nuevo y hacer la colada. Después de devolver la ropa alquilada, compramos comida: carne, mmhhhh, vinito, mmmhhh. Todo sabe mejor después de estos días.