Abandonamos Singapur por tierra camino de Johor Baru, al otro lado de la frontera, en un autobus supervip... otro nivel! Nada mas pasar los tramites de inmigracion, nuestro primer disgusto malayo. No encontrabamos el autobus que nos habia traido y los taxistas no hacian mas que decir que no habia mas. Al final pudimos coger el siguiente (pasan cada cuarto de hora) para llegar a la estacion y enlazar con el de Malacca.
Una vez alli, el abarrotado bus urbano numero 17 nos lleva hasta el centro despues de otra media hora. Damos un par de vueltas hasta encontrar Emily's, el alojamiento que ML habia leido que recomendaban los chicos de LaVueltaAlMundo.net. El sitio es agradable, gracias al jardin, sus dueños y a Playboy, la mascota del lugar, aunque las habitaciones nos parecieron demasiado sencillas. La primera impresion de Malasia no es muy buena: se han cargado la jungla para plantar palmeras y en la ciudad no hay mas que centros comerciales.
Nos levantamos tarde sin mucho entusiasmo por ver Malacca, aunque termina siendo una visita entretenida. Se trata de una ciudad colonial con influencias portuguesas y holandesas. En el centro nos sorprende ver turistas de nuevo, alrededor de los caracteristicos edificios rosaceos.
Vemos alguna tiendecita e intentamos cuidarnos un poco con la comida, amenizada con un disco de Julio Iglesias en español. La merienda, a base de donuts descansando en unos sofas de diseño. Y para cenar, tarta de chocolate de postre.
A la mañana siguiente salimos rumbo a Cherating, en busca de tortugas aunque no estabamos seguros de que fuera la temporada. El bus nos deja en la carretera y tenemos que andar un rato, ademas de las vueltas que damos hasta decidirnos por el Payung Guesthouse. Nos comentan que la epoca de desove se ha terminado, pero que podemos ir mañana al centro de conservacion (a 3 kms. del pueblo).
Despues de desayunar un buen pancake de chocolate, cogemos las bicis que nos han prestado en el hotel y salimos rumbo al santuario de tortugas. Pasamos rapidamente los carteles informativos para ir de cabeza a las piscinas exteriores, donde tienen ejemplares de distintos tamaños y especies. En una habitacion mas pequeña y tranquila tienen a los "bebes" de 2 dias. Charlamos con uno de los voluntarios, que nos tienta con volver a eso de las 6 para ver el trabajo que hacen con los nidos a cambio de una "donacion".
Dicho y hecho. Comemos, jugamos un poco a las cartas y con media hora de retraso llegamos de nuevo hasta alli. Nuestro "amigo" llevaba un rato esperandonos para llevarnos a ver los nidos.
Nota: a partir de aqui, hay que coger con pinzas todas nuestras palabras pues no estamos seguros de que lo ocurrido fuera todo lo "autentico" que nos habria gustado.
Nada mas entrar en el recinto vallado donde se encuentran enterrados los huevos nos invitan a acercarnos a uno de los nidos, del que estan saliendo una tortuguita recien nacida de apenas 5 centimetros. Al principio pienso: "que casualidad!! no la habran enterrado para hacer el teatrillo?". Pero entonces, su compañero empieza a excavar en la arena y aparecen mas y mas tortuguitas. Poco a poco van saliendo, siguiendo el camino en forma de espiral que les han preparado y al llegar a la superficie se dirigen hacia el mar desesperadamente. El voluntario las recoge de la red y las va depositando en una bandeja. Incluso me deja coger una, que no para de patalear.
Otra nota: casualidad o no, hemos intentado contarlo lo mas objetivamente posible. Nunca sabremos si la donacion fue demasiado tentadora como para dejarla escapar o lo ocurrido fue de verdad un nacimiento en vivo y en directo.
Lo que si es cierto es que a continuacion cogimos la bandeja, salimos a la playa y soltamos a las "recien nacidas" para que, por fin, alcanzaran su objetivo a toda velocidad. Nos despedimos emocionados viendo como alguna asomaba la cabecita entre las olas y deseando que tuvieran mucha suerte en su aventura.
A la mañana siguiente salimos rumbo a Cherating, en busca de tortugas aunque no estabamos seguros de que fuera la temporada. El bus nos deja en la carretera y tenemos que andar un rato, ademas de las vueltas que damos hasta decidirnos por el Payung Guesthouse. Nos comentan que la epoca de desove se ha terminado, pero que podemos ir mañana al centro de conservacion (a 3 kms. del pueblo).
Despues de desayunar un buen pancake de chocolate, cogemos las bicis que nos han prestado en el hotel y salimos rumbo al santuario de tortugas. Pasamos rapidamente los carteles informativos para ir de cabeza a las piscinas exteriores, donde tienen ejemplares de distintos tamaños y especies. En una habitacion mas pequeña y tranquila tienen a los "bebes" de 2 dias. Charlamos con uno de los voluntarios, que nos tienta con volver a eso de las 6 para ver el trabajo que hacen con los nidos a cambio de una "donacion".
Dicho y hecho. Comemos, jugamos un poco a las cartas y con media hora de retraso llegamos de nuevo hasta alli. Nuestro "amigo" llevaba un rato esperandonos para llevarnos a ver los nidos.
Nota: a partir de aqui, hay que coger con pinzas todas nuestras palabras pues no estamos seguros de que lo ocurrido fuera todo lo "autentico" que nos habria gustado.
Nada mas entrar en el recinto vallado donde se encuentran enterrados los huevos nos invitan a acercarnos a uno de los nidos, del que estan saliendo una tortuguita recien nacida de apenas 5 centimetros. Al principio pienso: "que casualidad!! no la habran enterrado para hacer el teatrillo?". Pero entonces, su compañero empieza a excavar en la arena y aparecen mas y mas tortuguitas. Poco a poco van saliendo, siguiendo el camino en forma de espiral que les han preparado y al llegar a la superficie se dirigen hacia el mar desesperadamente. El voluntario las recoge de la red y las va depositando en una bandeja. Incluso me deja coger una, que no para de patalear.
Otra nota: casualidad o no, hemos intentado contarlo lo mas objetivamente posible. Nunca sabremos si la donacion fue demasiado tentadora como para dejarla escapar o lo ocurrido fue de verdad un nacimiento en vivo y en directo.
Lo que si es cierto es que a continuacion cogimos la bandeja, salimos a la playa y soltamos a las "recien nacidas" para que, por fin, alcanzaran su objetivo a toda velocidad. Nos despedimos emocionados viendo como alguna asomaba la cabecita entre las olas y deseando que tuvieran mucha suerte en su aventura.
6 comentarios:
Ay dios, que te veo venir, Ml, y hay mas fotos de tortugas no?
Por lo menos unas cien mas, que te veo venir...
jajajajajaj
Besicos
Si fueran solo 100 iriamos bien... Cuando no son las tortugas son los volcanes o los delfines o las puestas de sol o... en fin, debemos de andar ya por el septimo DVD!!
P.D.: Tranquilos, no tendreis que verlas
Qué guayyy, cuánto me hubiera gustado estar ahí...Y encima poniendoos tibios a donuts y pankakes! Dios! qué vidorra! :D
Marisa, ya se nota que la alimentación ha dado su fruto, menos mal que en la foto con el león se ve que has engordado......
Me llegó la postale el viernes 24, muchas gracias.
Por cierto, ¿cual es la fecha de vuelta?
Besicos
Hola compañera!!!!!!!, aquí estoy viendo tu blog por primera vez y muriéndome de envidia. Vaya maravilla de viaje!. Hoy sólo he dado un vistazo rápido, pero con más calma pienso verlo enterito.
Bueno, seguid disfrutando por todos los que estamos aquí sufriendo el "primer trimestre".
Besitos.
Ana R.
Confieso que debo de llevar sopotocientas mil fotos pero es que las tortugas, los paisajes, las playas... no hacen mas que provocar.
Beita, teneis un poco abandonado el blog. Esto no puede ser, que no os podemos dejar comentarios. La verdad es que nos estamos acostumbrado a vivir muy bien, no quiero ni pensar en la depresion de la vuelta.
Teresa, me alegro de que llegara la postal. La verdad es que no confiabamos demasiado en el servicio postal birmano.
Hola Ana! Que ilusion ver tu comentario! La verdad es que me acuerdo mucho de vosotros. Ya les daras un monton de besos a los peques de mi parte.
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