lunes, 25 de agosto de 2008

Flipando en Luang Prabang

A la mañana siguiente, en Luang Prabang, intentamos aprovechar al máximo el hotel, durmiendo hasta última hora y duchándonos (cuando volvió la luz). Luego fuimos en busca de un alojamiento más céntrico, pero vistas las experiencias anteriores decidimos desayunar primero. Después de mirar 6 ó 7 guesthouses nos quedamos con la única, prácticamente, que no olía a cerrado o a humedad.

Salimos a dar un paseo por la ciudad, Patrimonio de la Humanidad, para ver templos, monjes y algún mercadillo. El primer wat que vimos nos gustó bastante, incluso los monjes (que tanto les gustan a Lalo y ML, pero de forma distinta) nos deleitaron con un poco de música de campanillas y tambores.

Continuamos el paseo por el río y las calles de la ciudad, hasta eso de las 5 de la tarde cuando nos dimos cuenta de que no habíamos comido. A continuación, nos dirigimos al mercado nocturno que estaba lleno de tenderetes (de ropa, fundamentalmente) y alegraba la calle con sus luces. Nos vinimos arriba con los pantalones y acabamos comprando varios, alguna camiseta, recuerdos,... todo a muy buen precio a pesar de lo mal que regatean nuestros compis de viaje, jeje.

En nuestro segundo día tocaba madrugar para ver cómo la gente le da comida a los monjes al amanecer. Lástima que nos dijeron mal cuándo era y aparecimos allí media hora antes de lo debido. Con la baja de Lalo y tras hacer unas 100 fotos, nos fuimos a desayunar antes de volver al hotel a dormir otro rato.


Por la mañana, a una hora ya ¨decente", negociamos un tuk-tuk para ir a la cascada de Tad Sae donde nos habían asegurado que había elefantes. El conductor también cruzó el río porque quería darse un baño, pero nosotros nos lanzamos a comprar platanos para dárselos a esos animales tan simpáticos. Después de comerse el saltamontes, Lalo cumplía su segundo objetivo del viaje (en próximos capítulos descubriremos si pudo con el tercero y más difícil: enseñar el chiki-chiki a los niños laosianos).


Después de refrescarnos un poco, volvimos a ver a los elefantes. Nos dejaron "jugar" un rato con ellos y estuvimos acariciándolos. El camino de vuelta fue algo más accidentado, ya que la lancha se caló varias veces, pero por fin regresamos a Luang Prabang para comer.

Como estaba lloviendo el mercadillo fue un poco más triste, apenas quedaban puestos. Contactamos con algunos compatriotas en un intento por compartir los gastos de la minivan que andábamos buscando para ir a Luang Nam Tha, en el norte, pero no hubo suerte.

Nota: Fly Yeti, que volaba de Kuala Lumpur a Kathmandú, ha dejado de hacerlo así que se nos complica el viaje a Nepal. ¿Alguna sugerencia?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay nada nada para nepal? joer, ahora que ya habia cuadrado vuelos para delhi-nepal....ya me direis si al final sale
A seguir pasandolo bien

Potter

Bea dijo...

Que no regateamos bien??? pero si ya no nos reimos ni nada!! teneis que reconocer los progresos que hemos hecho poniendo cara de poker, que antes de eso no usabamos, ya solo nos falta aprender a pedir la hoja de reclamaciones jejejeje

Belén dijo...

No os puedo ayudar, solo que yo lo flipo con lo que me contais :)

Besicos

Anónimo dijo...

Para cuando una web con "donde puedo ir si estoy en...?"
Si ya te digo q un mapa mundi con las conexiones aereas y las compañias q operan triunfaria

Anónimo dijo...

A japón...y tarjetita al público. Que si no aqui me voy a quedar seta, jeje.
Mirar a ver como lo veis. El lunes reservo el vuelo si o si(bueno, casi casi seguro ejem).

HAleee que ya llevais dos mesecicos!!

Potter

Anónimo dijo...

Impresionante documento.
Grande el videoclip.
Un beso,
Adrian, Mar y Andrés.