sábado, 26 de julio de 2008

Madaba y los Castillos del Desierto

Madrugamos un poco pero como es viernes no nos sirve de nada. A pesar de lo que dice la guía, está todo cerrado y no podemos ver los mosaicos de Madaba hasta las 9 y media. Están repartidos entre un museo (con guía chanchullero incluído), un parque arqueológico y varias iglesias. Entre ellas la de San Jorge, al lado de nuestro albergue, famosa por su mapa mosaico de Tierra Santa.


Nos acercamos hasta el Monte Nebo, el lugar desde el que (se supone) Moisés divisó "la Tierra Prometida". Me imagino que en aquella época no había contaminación ni calima, porque si no no la habrían encontrado nunca.

Intentamos bordear Ammán en nuestro camino hacia los Castillos del desierto. La carretera es aburrida salvo por los carteles que indican la relativa proximidad de Irak y por los mini-tornados de arena que vemos en el horizonte.


Paramos en Qsar Kharana, que según la Lonely Planet es como un minipiso de 35m2. Parece pequeño en medio del desierto pero en realidad tiene 35x35m y está bien conservado/restaurado por fuera. Se suponía que la entrada era gratis pero al llegar vemos un cartel de "Tickets". Mierda! En la ventanilla no hay nadie pero oigo música y voces en una habitación cercana. Qué bien huele! Parece tabaco de manzana... Me asomo y veo a 3 individuos tirados en el suelo, fumando en narguile. Les pregunto por la entrada y aseguran que "por ser yo" puedo entrar gratis. Debe de ser que es viernes y no toca trabajar. Les doy las gracias y visitamos el castillo tranquilamente. El sol no descansa y aunque el viento es cálido, se agradece.

La siguiente parada es Qsar Amra, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco. Sólo quedan en pie los antiguos baños árabes, una mínima parte de lo que fue este caravasar. Lo más interesante son los frescos del interior que se conservan muy bien. Resultan peculiares porque representan escenas cotidianas, como una cacería o el proceso de construcción del propio edificio, y otras un poco "subidas de tono" (prohibido en aquella época) o alocadas, como un oso tocando el banjo. También es curiosa una cúpula que tiene pintada una de las primeras representaciones de la bóveda celeste, con algunas constelaciones y signos del zodiaco.


Continuamos hacia Azraq para ver su castillo, el más alejado de la capital. En el interior no queda gran cosa en pie pero aún conserva las puertas originales, de piedra negra basáltica igual que el resto del edificio. En una sala nos sorprenden las piezas de un puzzle, también de piedra, que en su día debían de formar una cúpula.


De vuelta hacia Ammán paramos a comprar agua y un refresco. La buena noticia es que sólo nos cobran medio dinar. La mala, es que hemos estado pagando el doble durante toda nuestra estancia en Jordania. Con este nuevo dato damos el "partido" por perdido, no hay quien pueda con ellos, jeje. Nos han ganado de paliza!!

Ya en la capital, ML me sorprende gratamente como copilota y me lleva directo hasta la oficina de alquiler para aparcar allí el coche. No podemos devolverlo porque es festivo, pero preferimos dejarlo aquí a resguardo. Pillamos un taxi para volver al centro (1 JOD) y nos toca un conductor de los "buenos". Nos cuenta un poco su vida, que tiene 8 hijos y una niña, la pequeña. Incluso nos enseña un par de vídeos que lleva en el móvil de su hija bailando danzas orientales y beduinas. Por primera vez en Jordania, tenemos que insistir para que nos cobre.

Volvemos a dormir al hotel Cliff y nos dicen que sólo les queda sitio "on the roof". Asustados al principio, porque hemos leído que a veces te ofrecen alojamiento en la terraza encima de un colchón, casi salimos corriendo. Pero insisten en que veamos lo que resulta ser una habitación en la azotea.

Bajamos a cenar al ajetreado callejón de enfrente. El restaurante que lo ocupa debe de ser bastante famoso porque siempre está lleno. El otro día conocimos allí a un hombrecillo que hablaba castellano, vamos en su búsqueda. Para nuestra desgracia no aparece y los camareros casi no hablan inglés. He de confesar que me divierto viendo cómo ML intenta hacerse entender con uno de ellos. Vuelve a la mesa con cara de circunstancias: ¨No me he enterado de nada". A pesar de todo, empiezan a aparecer platos en la mesa: una especie de salsa, muy buena, que resulta ser hummus; otra que lleva algo de ajo y pica como el demonio; y el falafel por el que preguntaba ML, que está muy rico caliente. Al rato pasan con patatas fritas y las cogemos para "asegurar" un poco.

Cuando casi estamos acabando entra una pareja. Parecen españoles y tan perdidos como nosotros con la comida. Intentamos ayudarles con la elección de la cena y acabamos hablando un par de horas. Son Rubén y Esti, de Bilbao, que han hecho escala en Ammán en su vuelo a Bangkok con Royal Jordanian. Ella es enfermera y le recomienda un antihistamínico a ML para sus picotazos/alergia. Mañana también van a Jerash, igual coincidimos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se os ve nerviosetes que hasta se os ha olvidado ponerle titulo al post ;)

Veo que va mejorando la cosa en Jordania, a ver que tal se os da Siria :)

marcis dijo...

Ay que ver que quisquilloso!! jejeje. Gracias por avisar, es que ayer en Damasco estaba censurado el blogspot.com... no se por que.

A ver si otro dia que vaya mejor el Internet os mandamos un correo "de negocios". :D

Talueeee

Unknown dijo...

Hola!!
Q valientes x coger coche y todo!!Y con los carteles en árabe!!! Bueno, pues yo ya estoy en Guatemala, sííí!!!!D momento estamos muy emocionados y ya m dais menos envidia porque en el Pacífico (Monterrico) teníamos la playa a 30 metros de la puerta d la habitación y la piscina a otros 30 metros pero en dirección contraria, jejeje! Y por 3 euros cada uno, q así da más gusto...
Ya hablaremos wapos, cuidaros, muaka!!