sábado, 16 de octubre de 2010

Angkor, cuestiones prácticas

Érase una vez, hace muchos, muchos años, una inmensa ciudad que después de su período de esplendor desapareció entre la selva. A finales del siglo XVIII empezaron a llegar a Europa fascinantes imágenes de esta ciudad perdida y desde entonces se convirtió en un destino lleno de magia al que dedicar varios días en cualquier viaje por el Sudeste Asiático.

Tuve la oportunidad de visitarlo por primera vez hace tres veranos y fue un placer poder repetir de nuevo la experiencia durante este viaje. En tan sólo este tiempo se hacen evidentes ciertos cambios como el incremento de turistas, sobre todo de origen chino, la subida de precios, aunque sigue siendo un destino barato, y la aparición de pasarelas de madera en templos muy transitados que lamentablemente rompen el encanto.

Sin extenderme demasiado me gustaría poder abarcar las cuestiones prácticas más importantes: entradas, medios de transporte, por libre o con guía, qué llevar e itinerarios sugeridos.


Entradas, precios y horarios

Primero deberíamos decidir cuántos días queremos o podemos dedicar al recinto arqueológico. Tres días pueden ser suficientes para conocer los templos más importantes e incluso repetir alguno. Menos tiempo probablemente nos sabrá a poco.

El horario de visita es desde el amanecer al anochecer, es decir, desde las 5:30 AM hasta las 5:30 PM (no son demasiado estrictos), aunque algunos templos cierran antes (Banteay Srey a las 5:00 PM y Kbal Spean a las 3:00 PM). Si compras la entrada más tarde de las 5:00 PM empieza su validez al día siguiente, por lo que tienes la oportunidad de ver un atardecer extra además de evitar las filas para conseguir los tickets al día siguiente.

Los tickets se compran en la entrada principal, situada en la carretera a Angkor Wat. Existen cuatro tipos:

  • 1 día: 20 USD
  • 3 días consecutivos: 40 USD, no necesitas volver a pasar por la entrada principal
  • 3 días no consecutivos: 40 USD, válido durante una semana, pasando cada día para que te agujereen la entrada. 
  • 1 semana: 60 USD, válido durante un mes

La entrada es intransferible y para asegurarse te hacen una fotografía. Hay que llevarla siempre a mano ya que te la piden en los monumentos principales.

Para visitar Beng Melea, Phnom Kulen y Koh Ker no es necesaria la entrada general si no que se debe pagar otra aparte de 5 USD, 20 USD y 10 USD, respectivamente.

Medios de transporte

Taxi, moto, tuk-tuk, bicicleta, andando, elefante, globo... son las opciones disponibles para recorrer el recinto arqueológico. Debemos considerar que Angkor Wat está situado a unos 7 km de Siam Reap por lo que ir hasta allí caminando no es demasiado factible.

Por nuestra experiencia lo más divertido es utilizar la bicicleta, con la absoluta libertad de no depender de nadie que esté esperando y con la ventaja de que casi no hay desnivel. Como inconvenientes estaría el calor, un posible chaparrón o el riesgo de un pinchazo, pero siempre puedes acabar cogiendo un tuk-tuk, cargando las bicis atrás. Que conste que nunca nos ha hecho falta llegar a este extremo.

Alquilar un tuk-tuk es lo más práctico para visitar los templos más alejados. Se trata de una moto con un remolque trasero con techo y asientos acolchados con respaldo en el que pueden ir hasta 4 - 5 personas (dos sentadas hacia atrás). Se han modernizado y están equipados con unas eficaces cortinillas plegables para protegerte de los típicos chaparrones del monzón. Para evitar problemas lo mejor es acordar previamente con el conductor el horario, el recorrido a seguir (suelen llevar un mapa plastificado) y el precio.

Por libre o con guía 

A nosotros siempre nos gusta ir por nuestra cuenta pero existe la posibilidad de contratar los servicios de un guía, incluso en español, que indudablemente ayuda a conocer en profundidad los detalles de cada edificio.

Si se decide prescindir de su compañía, siempre se puede conocer un poco más leyendo el amplio capítulo que tiene cualquier guía de viajes de Camboya, los folletos gratuitos que se pueden encontrar en los restaurantes y hoteles, o incluso libros específicos en inglés que se pueden comprar fácilmente en las propias ruinas por sólo unos pocos dólares.

Qué llevar

Lo típico en cualquier excursión por el sudeste asiático: ropa cómoda y transpirable, repelente de mosquitos (zona de riesgo de malaria), gorra, gafas de sol, crema de sol, chubasquero, la cámara de fotos con la batería bien cargada...

La entrada, un mapa del recinto (si se visita por libre), una linterna o frontal por si se te hace de noche volviendo por la carretera con la bicicleta.

Podemos comenzar el día llevando una botella de agua bien fresquita y algo de fruta para picar, con la tranquilidad de poder abastecernos casi en cualquier templo ya que existen tenderetes de comida y bebida, además de restaurantes, en diferentes zonas del recinto (su situación está marcada en los mapas).

Itinerarios sugeridos

Es una información fácil de encontrar ya que en todas las guías de viajes recomiendan hacer similares recorridos según el tiempo del que se disponga (medio día, un día o dos, tres días o una semana). Como lógica consecuencia la mayoría de los turistas se concentran en los mismos monumentos en el mismo momento del día, por ejemplo en Angkor Wat al amanecer y en el templo colina Phnom Bakheng para ver el atardecer con la multitud.

Así que si queremos evitarlo es tan sencillo como cambiar el orden de visita. Otra recomendación sería perderse buscando algún pequeño templo ya que todos tienen algo diferente que ofrecer y visitar algún edificio más alejado para descubrir las zonas rurales de los alrededores, estando siempre preparados para las sorpresas que nos pueda deparar el camino.

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