Resulta extrañamente agradable volver por un día a una ciudad lejana en la que ya has estado con anterioridad: los nervios y la incertidumbre de no saber dónde alojarte o cómo salir del aeropuerto no están presentes como tampoco existe la presión de querer ver un montón de cosas en tan sólo unas pocas horas. Aún con todo las cosas cambian, sigues aprendiendo y encuentras nuevos puntos de vista.
Este año descubrimos que había un hotel en el propio aeropuerto de KLIA - LCCT donde vuela Airasia, que puede ser una buena opción para alojarte según el horario de los vuelos. Sólo se puede reservar por internet y tiene un sistema de precios similar a las aerolíneas de bajo coste (incluso por la posibilidad de ir añadiendo servicios pagando extras por las toallas, wifi...), por lo que conviene mirarlo con tiempo para tener una tarifa mejor. Nosotros lo descubrimos demasiado tarde, los precios ya no eran tan interesantes y decidimos alojarnos en la ciudad.
La forma más económica de llegar allí es utilizar alguna de las numerosas compañías de autobús que cada media hora van hasta la estación de metro de KL Central. Esta vez compramos un billete de ida y vuelta por 14 MYR (aprox. 1 hora). También tarde, vimos que uno de los autobuses conectaba directamente con la estación de autobuses de Puduraya, en la zona de Chinatown donde íbamos a alojarnos y probablemente hubiera sido más rápido y cómodo utilizar este servicio para no tener que coger el metro en KL Central. Para la próxima vez ya lo sabemos.
Nos habíamos guardado suficientes ringgits de nuestra estancia en Borneo así que no teníamos que racanear demasiado con el alojamiento. No perdimos mucho tiempo en la búsqueda y decidimos pagar un poco más para tener una habitación con baño privado y aire acondicionado en el Excel Inn (55 MYR).
Callejeamos entre los tenderetes de Chinatown, repetimos recorriendo la zona de la plaza Merdeka y de Little India y desde allí fuimos a ver las Torres Petronas. Tuvimos tiempo hasta para comprarnos lentillas a buen precio.
Al día siguiente deshicimos el camino hasta el aeropuerto para coger el último avión con Airasia de este viaje, con destino a Macao.
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