jueves, 17 de septiembre de 2009

Vuelta al cole y al blog

Acabamos de volver de nuestro viaje por Kenia, Tanzania y Uganda durante los meses de Julio y Agosto y, luchando contra la pereza de ponerme en frente del ordenador, me propongo retomar el blog terminando primero de contar la última etapa de la vuelta al mundo que finalizamos el pasado mes de enero.

Nos habíamos quedado cogiendo el avión de Qantas desde Auckland a Los Angeles a las 19:40 h del día de año nuevo, sería el más largo jamás vivido ya que llegábamos a esta ciudad de la costa oeste de Estados Unidos a las 10 de la mañana del mismo 1 de Enero del 2009. Para nosotros y por varias razones, este país siempre había sido un destino a evitar pero preferimos la opción de poder estirar las piernas en Hollywood en vez de enlazar tres vuelos seguidos desde las antípodas hasta casa.

El mítico cartel de Hollywood

Cansados, algo tristes por ver ya el final de este inolvidable viaje y nerviosos porque no teníamos ni idea de qué hacer durante esta escala en territorio estadounidense, aún dudamos si ir a San Francisco. 200 dolares por el avión, demasiadas horas en autobús o tener que alquilar otra vez un coche, fueron suficientes razones para desechar la opción. Pasaríamos los siguientes cuatro días en L.A.

Desde el aeropuerto cogimos un taxi "compartido" hasta Hollywood Boulevard y allí comenzó la búsqueda de alojamiento rodeados de hispanos. Qué raro se nos hacía volver a oir el castellano, además a tanta gente. Encontramos un hotel justo detrás del famoso teatro Kodak donde se realiza la ceremonia de entrega de los Oscar.

No hicimos grandes cosas y probablemente fueron los días que menos disfrutamos de todo el viaje pero también nos dejaron momentos para el recuerdo:

Simplemente pasear por el paseo de la fama en Hollywood o por el centro de Los Angeles.

Una de las múltiples estrellas del Paseo de la fama


Paseando por el centro

Simplemente comprobar que las escaleras de incendios de los edificios que salen en las películas existen.

En serio utilizan "eso" en caso de emergencia?

Simplemente perdernos intentando llegar a Beverly Hills andando.

Simplemente ver cómo se pasean los turistas en lujosas limousinas

Simplemente intentar comprar una entrada para el próximo partido de Los Angeles Lakers.

Estatua de "Magic" Johnson en la puerta del Staples Center

Simplemente descubrir que puedes diseñarte una muñeca a medida, llevarla a la peluquería, hacerle agujeros en las orejas, hacerle un reportaje fotográfico... y que hay gente que lo hace gastándose más dinero del que necesitan muchas otras personas en el mundo para sobrevivir.

Sin palabras

Sin duda habría sido muy diferente si nuestra amiga Belén hubiera podido estar con nosotros y acompañarnos a lugares emblemáticos de la ciudad cómo el bar Rainbow, donde se conocieron los Guns N' Roses, o el Whisky a Go Go, donde toco Jim Morrison por primera vez, de espaldas al público.

Después seguimos rumbo a Madrid con una breve escala en Washington. Tan sólo un trayecto en AVE nos separaba de nuestra familia y amigos que nos estaban esperando el día de Reyes para comer.

LLegábamos sanos y salvos, con multitud de historias por contar y pocas ganas de volver a tener que mirar el reloj.

1 comentario:

Belén dijo...

Eso, eso... tu urga en la herida, anda...

Amigo? no se yo no se yooooooooo

(envidia, envidia, envidia...)