domingo, 10 de agosto de 2008

4 días en Damasco

Sin madrugar mucho, volvimos a la carga con la búsqueda de hotel. Será porque es agosto o porque hemos caído en fin de semana pero está todo lleno. Al final, terminamos de nuevo en el New Promise en el que habíamos estado los primeros días.

Tras preguntarle al dueño y a un par de voluntarios por la calle, por fin encontramos la estación de Bab Mousala donde se coge el bus a Bosra. Enseguida nos "llamaron" desde uno de los vehículos y por señas nos indicaron que el precio era de 70 SYP. La cosa no iba mal del todo (salvo porque nos faltaban los cambios) hasta que llegamos a Der'a. Aparte de entrar al pueblo con la consiguiente pérdida de tiempo, de repente nos señalan hacia unos microbuses al grito de "Bosra". Pero bueno, si nos habías dicho que este autobús iba allí!! Pues nada, después de mucho discutir en varios idiomas al final nos tenemos que contentar con nuestro cambio, un nuevo micro... y gracias!

Compramos unos sandwiches de falafel porque ya se habían hecho las 2 y pico, antes de continuar hacia nuestro destino. Una vez allí entramos al Teatro, uno de los mejor conservados del mundo. Enorme y de basalto negro, está rodeado de unas murallas que se construyeron posteriormente para defender la ciudad. El resto de ruinas del pueblo no tenían mucho interés así que a eso de las 5 empezamos una nueva "operación retorno". El bus directo, si es que existe, estaba lleno por lo que tuvimos que repetir la combinación micro + bus, añadiendo otro autobús urbano para acercarnos al centro de Damasco.



Nos vamos a tomar estos últimos días en Siria con tranquilidad, hoy tampoco toca madrugar. Visitamos la Mezquita Omeya (50 libras, túnica incluida para ML) antes de comer, y después de repetir con nuestro querido shwarma vamos al Palacio Azem y damos otra vuelta por el Zoco. Un poco de internet, un descanso en el hotel y salimos para cenar en un restaurante con espectáculo de derviches. Es nuestra turistada en Siria y, como tal, no defrauda porque sólo hay un bailarín. Al menos la comida era correcta y variada, ya que no estamos acostumbrados a tantos platos diferentes.



Hoy, domingo, teníamos pensado acercarnos a Maalula pero parece que el destino había pensado otra cosa. Una vez más salimos tarde del hotel. No nos apetece andar hasta la estación con este sol, así que lo intentaremos con un service: "Karajat Maalula?". Señalan el interior del micro. Se hacen entender a la hora de pagar las 20 SYP, pero se les olvida avisarnos de cuál es nuestra parada. Intentamos volver andando pero parece que está lejos. Cogemos un bus urbano en el que el conductor se ofrece a ayudarnos... pero también se le pasa. No es nuestro día, mejor nos quedamos en Damasco. Daremos otra vuelta por el zoco y descansaremos. Mañana nos espera un día ajetreado. Primero, adivinar cómo se llega al aeropuerto (en bus, si es posible) y luego unas 11 horas de vuelo hasta Bangkok. Próxima parada, Tailandia y Laos... con Lolita!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que no decaiga! Ahora que teneis una buena racha viajera, a ver si Tailandia sale tan bien como Siria :)

Sila dijo...

Eso eso, que va todo sobre "ruedas" de buses, microbuses, todoterrenos, táxis, os faltan las bicicletas, je, je...
Por cierto, no llegáis peleados a Tailandia ¡Un hip, hip hurra para esta pareja! Ahora, aventuras compartidas con Lalo, Bea y ¿Lolita? (Ésta está hecha una "fiera"...)
Besos

Marta+Roberto dijo...

Nos alegramos de que todo vaya bien.
Chao!!

ml dijo...

Ivan, gracias por los animos, de momento hemos empezado con buen pie por tierras asiaticas, ya iremos contandolo en el blog.

Alicia, de momento no hemos discutido mucho pero nunca se sabe, je,je. Muchos besicos.

Marta, Roberto, daros prisa con la conexion de tabiques que el tiempo pasa muy rapido y si no no vais a poder disfrutar de un pisazo de 140 m2. Pasaoslo muy bien por las Canarias!!