martes, 6 de abril de 2010

Playas y gentes de Zanzíbar (2ª parte)

Para ir a Jambiani en dalla-dalla tenemos que hacer escala en Stone Town pero primero tenemos que andar casi dos kilómetros cuesta arriba hasta la carretera, cruzándonos con la gente que va a trabajar, a casa o al campo o incluso a coger el autobús como nosotros.

Esperamos un poco en la parada, una caseta hecha de cemento, y enseguida aparece un "dos filas" que va muy lleno. Preferimos esperar por si aparece una furgoneta algo más cómoda pero terminamos cogiendo el siguiente que, por lo menos, va más vacío. Pero dura poco. Suben más y más, los niños los colocan encima de los adultos independientemente de que los conozcan o no, seguro que están más acostumbrados a los extraños que los niños europeos. Cuando ya no cabe nadie más sentado se improvisa una fila en medio con la gente en cuclillas. Ya vamos más de treinta personas y casi no nos podemos mover. Nos paran varios controles de policía y creo que incluso nos ponen dos multas por exceso de pasajeros pero los que bajan vuelven a subir unos metros más adelante.

Después de hora y media llegamos a la terminal de transporte de Stone Town y un señor muy amable nos ayuda a encontrar el siguiente dalla-dalla a Jambiani.También es un dos filas, cargado a tope de cervezas en el techo, pero más grande que el anterior y que sale enseguida. Afortunadamente no se llena tanto como el otro y llegamos a nuestro destino dos horas después. Nos quedamos los últimos y nos llevan hasta el hotel que habíamos mirado, Kimte Beach, al sur de Jambiani. Nos quedamos tres noches (Precio habitación doble con baño más desayuno/noche 40.000 TZS). Ya en el último tramo íbamos intuyendo el increible color azul-turquesa del mar pero cuando nos asomamos a la playa nos quedamos un rato mirando boquiabiertos. Sin duda hemos elegido bien el lugar.


No hay muchos mzungus y podemos pasear tranquilamente por el pueblo formado por pequeñas casas blancas construidas con coral y con bellas puertas de madera labradas.

Al atardecer la playa es el escenario de diversas actividades: algunas chicas recogen pequeños vivalvos, otras arreglan redes, los muchachos juegan al fútbol, los más pequeños hacen carreras con sus barquitos construidos con restos de chanclas y bolsas de plástico como velas, otras se divierten con un extraño juego que consiste en intentar llenar de arena una botella de Coca-cola esquivando los pelotazos que te lanzan desde los extremos,...




Otro día nos acercamos andando hasta la vecina población de Paje. Bueno, más bien lo intentamos porque caminamos toda la mañana por la playa y desistimos cuando la subida de la marea nos impide continuar.

Tenemos la oportunidad de hablar con unos masais que intentan convencernos para que vayamos a su tienda. Charlamos un rato, hablan un poco de italiano ya que la mayoría de los turistas proceden de allí. Nos cuentan que viven en una villa masai cerca del Kilimanjaro y han venido unos meses a Zanzíbar por negocios. Prefieren aquello porque les gusta comer carne, sangre de vaca, cabra... Afirman que no les gusta el pescado aunque nunca lo han probado, "It´s my culture", dicen. Ponen la misma cara de asco cuando les nombramos la langosta que yo cuando ellos me proponen beber sangre de vaca. Les explicamos que en España nos comemos la del cerdo pero ellos lo hacen sin cocinarla. Les proponemos un trato: beberemos sangre si ellos comen pescado, pero no los convencemos. Menos mal. Rechazamos su invitación porque "It´s our culture" no comprar nada y se despiden con una amplia sonrisa.

El penúltimo día nos aguarda una inesperada sorpresa. Al asomarnos a la playa vemos que la marea ha bajado extraordinariamente y el océano se atisva varios cientos de metros más allá. Donde comienza el agua se ve mucha gente así que decidimos ir hacia allí sorteando los charchos que han quedado en las hoquedades que dejan las rocas. Están recogiendo algas que producen en una especie de huertos marinos. Las meten en sacos y las transportan al pueblo donde las extienden para dejarlas secar. Los más afortunados lo hacen en barco pero otras mujeres los arrastran como pueden.







Nuestra aventura africana va a continuar por la costa Swahili. Nos gustaría poder ir desde Stone Town hacia Tanga o Mombasa, ya en Kenia, pero no existe esa travesía maritima así que tendremos que volver a Dar Es Salam y realizar el trayecto por tierra.

2 comentarios:

Bea dijo...

Qué bien leeros de nuevo! :)
(y qué chulas las fotos, cada día más)

Noelplebeyo dijo...

Gran sitio zanzíbar...verdad ??