Alquilar un coche en Jordania

Durante nuestra estancia en Wadi Musa (Petra) intentamos contactar con un par de oficinas de alquiler de coches. Misión imposible. Siempre estaban cerradas, así que descartamos la opción de subir a Ammán en vehículo propio visitando algún sitio por el camino.

La segunda opción consistía en hacer ese mismo recorrido en un taxi para 4 personas. En un solo día podíamos ir de Petra a Ammán, viendo 6 ó 7 lugares: Dana, Shobak, Wadi Mujib, Karak, el Mar Muerto,... Una agenda un poco apretada, pero aprovechábamos el día. Lo malo es que el precio no bajaba de 80 dinares y no encontramos más gente para compartir gastos.

Finalmente vamos en bus a la capital, cogemos un taxi al centro y a buscar hotel. En el Palace y el Farah nos piden 15 JOD, así que al final nos quedamos en el Cliff a mitad de precio. Tienen un cartel de "Se alquila coche", bien. Llaman a alguien y nos dicen que vendrá en 1 hora. OK, nos vamos a navegar mientras. Volvemos pensando que es un poco tarde, pero no ha llegado el hombrecillo. Lo vuelven a llamar, vendrá en 1 hora. OK, nos vamos a comer. Regresamos sin muchas esperanzas y como no nos dicen nada nos vamos directos a echar la siesta. Qué raro que sea tan difícil, con lo que les gusta a los jordanos sacarnos las perras!!

Por la tarde vamos a los Jardines del Rey Abdullah (el sitio donde se amontonan casi todas las compañías de alquiler de coches) y empezamos a preguntar. Da igual que sean internacionales o cutres, ninguna tiene coches. ¿Qué hacen aquí a estas horas si no les queda ningún vehículo? Tampoco reservan para mañana a primera hora. Al final encontramos uno pequeño y asequible, pero nos obligan a coger 3 días y el precio se dispara hasta 140 dinares. Nos lo pensaremos y de paso comparamos con las excursiones de los hoteles.

Volvemos al Palace y pedimos más información sobre los tours que tienen anunciados: 18 JOD / persona. Mañana nos da igual ir al Mar Muerto o a los Castillos del Desierto, vendremos a las 8 y nos apuntamos a lo que salga.

Somos puntuales, aunque parezca raro, pero hemos madrugado para nada. Después de esperar 40 minutos nos dicen que no hay excursión. No sirve de nada cabrearse, así que les mandamos bien lejos en un perfecto castellano.

Entramos primero al banco a cambiar 100€ y casi nos toca la lotería. El señor de la ventanilla se equivoca y teclea un cero de más. Los ojos nos hacen chirivitas, ¿nos dará 1.110 dinares en vez de 111? Esto si que sería una remontada... y de paliza!! Nunca sabremos si habríamos sido "buenos" o no, porque lamentablemente se da cuenta.

Nos marchamos corriendo a ver si aún está disponible EL coche. Bueno, ya que estamos aquí vamos a preguntar en otra oficina de alquiler a ver si es más barato... Tras una dura negociación, conseguimos un Picanto por 80 dinares y "sólo" 2 días (CDW incluido).

Es tarde cuando salimos de Ammán, rumbo al Mar Muerto. Paramos primero en Betania más allá del Jordán, uno de los lugares donde supuestamente fue bautizado Jesucristo. No nos hace mucha gracia tener que pagar 7 JOD para ver 4 iglesias, un agujero y el río, pero como tour privado y lección de Historia "aproximada" en inglés no está mal. Puede que lo mejor haya sido estar en la frontera con Israel, viendo como intentan hacerles la competencia con un nuevo sitio bautismal en la otra orilla del río.

ML quería coger agua del Jordán para el bautizo de su nuevo sobrino, pero con ese color verde... casi mejor que lo dejamos.

Hace muchísimo calor, vamos a darnos un bañito en el Mar Muerto! Buscamos primero el Dead Sea Panorama, un supuesto mirador junto a un complejo hotelero, pero no hay manera. Pasamos de largo de los sitios "de pago" y nos metemos en el primer hueco más o menos cerca del agua. Estamos en el punto más bajo del planeta (unos 400m por debajo del nivel del mar) y parece que también sea el más caluroso. ML se mete primero al agua y aunque sus sensaciones no son muy buenas al final yo también me animo. Nos habían comentado que casi no se podía nadar. Si, flotas más de lo normal debido a que tiene mucha sal pero no es tan exagerado.

A la salida tenemos un pequeño problema con el coche, que patina en la cuesta de cabras por la que nos hemos metido. Antes de que nos demos cuenta han parado una camioneta y otro vehículo, y bajan 4 jordanos muy dispuestos a ayudarnos. Nos dan instrucciones, empujan el coche, incluso intentan levantarlo a pulso! Al final uno de ellos se pone al volante y nos saca del apuro. Menos mal que siempre hay buena gente para compensar. Después de esto, ML piensa que quizás deberíamos suspender nuestro duelo particular contra los jordanos. Dice que es como si en un partido de futbol echan el balón fuera cuando hay un lesionado. ¿Metáforas sobre fútbol? Le ha dado demasiado sol, vamos a comprar un par de botellas de agua.

Después de bebernos 2 litros de agua en minuto y medio, seguimos rumbo a Karak. La carretera del Mar Muerto está bastante bien y permite disfrutar del paisaje. Una vez allí, visitamos el castillo en lo alto de la ciudad. A lo mejor nos podíamos haber ahorrado unos cuantos kilómetros, ya que no es tan espectacular como comenta la guía pero al menos no nos hemos quedado con las ganas de venir.

Continuamos hacia el norte por la carretera del Rey, bastante peor y con varios puertos. Ahora entendemos por qué el transporte público va por la del Desierto. Intentamos buscarle el lado bueno y disfrutamos con los colores del valle de Wadi Mujib.

Casi de noche llegamos a Madaba y tras varias vueltas, nos alojamos en el Albergue de Peregrinos de la Iglesia de San Jorge. Lo que me faltaba hoy!! ML empieza a tener picores por medio cuerpo. ¿Le habrá picado algún bicho? ¿Será una reacción a la sal del Mar Muerto? ¿Alergia a la Jordania Bíblica? Cenamos y a dormir, que mañana nos espera un largo día.