lunes, 21 de abril de 2008

La idea

¿Cómo se nos ocurre dejar el trabajo (o pedir una "licencia sin sueldo") para irnos de viaje por el mundo? ¿Estamos locos?

En estos 12 años y medio que llevamos juntos, la afición por viajar nos ha ido atrapando poco a poco hasta convertirse casi en enfermedad. Allá por 1997 (qué mayores somos!!) aprovechamos una boda en León para hacer nuestra primera escapada juntos, por San Sebastián y Picos de Europa. Durante esos días de agosto nos dimos cuenta de que rara vez es cierto eso de que "no queda sitio para dormir".

En el 98 aprovechamos la excusa de la Expo de Lisboa para conocer el sur de Portugal. Al año siguiente el destino elegido fue Galicia, en un circuito de 1 semana que nos sirvió para confirmar que aquello de los viajes organizados no era lo nuestro.

En el verano del 2000 nos embarcamos (nunca mejor dicho) en una aventurilla por Ibiza, recorriendo la isla en velero. Una experiencia única.

A principios del 2001 nació la idea de visitar Islandia, que no pudimos culminar hasta un par de años más tarde. Ese verano tuvimos que conformarnos con 1 semana de relax en las Islas Maldivas. En una excursión a una supuesta comunidad "no turística" acuñamos, a nivel particular, el término turistada (que como bien leí años más tarde en la revista Altaïr, se trata de "una pantomima para visitantes con antojos de exotismo"). También nos maravillamos con la forma que tenían algunos compatriotas de entender la felicidad.

A finales de ese mismo año, en una visita a Andalucía descubrimos que no te puedes fiar de la fama de un lugar o de las expectativas que genera. La impresión que te queda tras visitar un lugar depende de tantos aspectos (tu estado de ánimo, si hace sol o llueve, las aglomeraciones, las personas que te encuentras,...) que puede ocurrir que la Mezquita de Córdoba te termine gustando mucho más que la Alhambra de Granada.

2002 supuso el segundo intento fallido a nuestro sueño islandés, pero sirvió de prueba de fuego a la hora de lanzarnos a la aventura del viaje "no organizado". Después de pasar por Barcelona, recorrimos en coche la Costa Azul y el norte de Italia durante 3 semanas.

Y por fin, en 2003, decidimos no esperar más y hacer realidad el viaje a Islandia. Algo temerosos de sufrir una decepción ante las enormes expectativas que nos habíamos creado, volvimos encantados después de una gran experiencia. Este viaje consolidó de manera definitiva el uso de Internet como ayuda en los preparativos, facilitando la búsqueda de información, la compra de billetes de avión baratos, la reserva de un coche de alquiler o incluso el contacto con otros viajeros con los que compartir gastos y que terminaron siendo auténticos compañeros de aventura.

En octubre sucumbimos a la tentación de una oferta 2x1 y nos plantamos en Riviera Maya, donde además del cambio horario sufrimos los efectos de la globalización.

Y si el año anterior había sido generoso en viajes, el 2004 no se quedó atrás. Además de las habituales escapadas por España y Europa, un comentario al azar y las ofertas de lanzamiento de AirMadrid nos llevaron en junio a Perú, un país fácil de recorrer... salvo cuando hay una huelga general! En noviembre, gracias a las vacaciones acumuladas y a la agradable sorpresa de Travel Club, pudimos cruzar el charco de nuevo para conocer Argentina.

Los 2 años siguientes cambiamos de rumbo y nos dirigimos a Asia. En 2005, casi por casualidad, fue China el destino elegido. La barrera cultural e idiomática no impidió que disfrutáramos como nunca de las anécdotas. La India se convirtió en el siguiente paso un año más tarde. Demasiado idealizada o quizás con motivo, el tópico "la amas o la odias" se cumplía a rajatabla en nuestro caso cambiando de sentido cada pocos minutos.

Esta última experiencia nos dejó agotados y con la duda de haber perdido la pasión por viajar, quizás por el paso del tiempo. Pero en 2007 recuperamos el buen sabor de boca gracias a Costa Rica y su expléndida (perdón, espléndida) naturaleza. Al mes siguiente ML confirmó la sensación a la vuelta de su periplo por Vietnam y Camboya. El plan comenzaba a tomar forma...

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