Tomárselo con calma los primeros días, beber abundante agua, no hacer comidas pesadas, probar la infusión de mate de coca... son los consejos más habituales para el mal de altura o soroche. Muchos viajeros la sufren por primera vez al llegar a la capital boliviana, a unos 3600 m sobre el nivel del mar, altura parecida a la de las montañas más altas de España. Afortunadamente nosotras lo llevábamos bastante bien, tan solo notábamos como si de repente fuéramos dos ancianitas a las que nos faltara la respiración si queríamos ir más deprisa de la cuenta.
Controlando los impulsos de querer aprovechar con intensidad cada minuto del día, fuimos capaces de dosificar fuerzas en una relajada jornada en La Paz.