domingo, 31 de agosto de 2008

Ya hace dos meses

Ya hace dos meses que salimos de España y el tiempo se nos esta pasando volando. Algunos amigos nos comentaban que no podrian estar seis meses fuera de casa pero cada vez tenemos mas claro que nos van a saber a poco. Gracias a internet podemos hablar con la familia a menudo y estar en contacto con los amigos de forma que no los sentimos tan lejos.

Lo mas duro esta siendo los tediosos viajes en autobus, especialmente en Laos, por los problemas con las carreteras. Tampoco nos gusto la sensacion que tuvimos en Jordania de que te quieren sacarte todo el dinero que puedan, ni los regateos continuos con los tuk-tuks en Asia.

De lo visto hasta ahora destacaria muchas cosas: el caos de El Cairo, Abu Simbel y el Valle de los Reyes, nuestro paraiso en el Mar Rojo, el silencio del desierto en Wadi Rum, los paseos por la ciudad nabatea de Petra, la hospitalidad Siria, la compañia de Lolita (Javi y Bea) estas ultimas semanas, el verde que inunda todo Laos y la felicidad de sus niños.

Pero sin duda, lo mejor de este viaje esta siendo la libertad de la que podemos disfrutar. Tenemos las 24 horas del dia para hacer lo que nos apetece. Nos da igual que sea lunes, jueves o sabado. Tambien hemos podido comprobar lo afortunados que somos con nuestras familias y amigos, a pesar de estar a tantos kilometros de distancia, siempre estan disponibles cuando necesitamos su ayuda. Una vez mas, muchas gracias.

A partir de ahora los planes se difuminan. El viaje a Nepal esta entre interrogantes y tendremos que pensar lo que queremos hacer los proximos meses. Seguro que de esta nueva experiencia aprendemos mucho, estando simplemente de viaje.

jueves, 28 de agosto de 2008

Aventurillas por el norte de Laos

Con la suerte que estamos teniendo con los transportes en Laos quisimos asegurarnos un viaje mas agradable que el ultimo y alquilamos una minivan para hacer los trescientos y pico kilometros hasta Luang Nam Tha. Antes habiamos valorado la posibilidad de salir "volando" de este pais pero decidimos darle una oportunidad a esta zona del norte, famosa por sus trekkings y pequeños pueblos de minorias etnicas. Aunque intentamos encontrar alguien con quien compartir los gastos no hubo suerte y tuvimos que pagar entre los cuatro los 180 USD que nos pidieron.

El conductor era muy majete e iba parando en algunos sitios para que hicieramos fotos. El paisaje, verde todo el tiempo, cada vez mas verde, impresionante. Me resisti al sueño y pude disfrutar de las vistas durante todo el trayecto. Una vez paro en un pequeño pueblo y bajamos para pasear por sus caminos empinados llenos de barro. Muchos niños jugando al aire libre. Los mas pequeños se asustaban al vernos pero los mayores nos sonreian y saludaban. Vimos a unos en cuclillas jugando con unas gomas elasticas. Las juntaban todas frotando las manos y despues tenian que ir separandolas hasta poder coger solo una, todo con la palma de la mano abierta. Muy curioso como con tan poco se pueden entrener y pasarlo tan bien. Una mujercica mayor estaba cosiendo y me pidio las gafas. Intente explicarle que eran para ver de lejos pero no me entendia asi que al final se las probo y se dio cuenta, que graciosa estaba!


Durante todo el viaje ibamos pasando por otros pueblecillos de casas hechas con bambu y la carretera estaba llena de gente. Menos mal que el conductor se sabia muy bien el camino y era experto en saltear los distintos obstaculos que nos ibamos encontrando: niños jugando con las chanclas a una especie de petanca en medio de la carretera, caballos, vacas, gallinas, patos, cerdos cruzando tranquilamente con toda la familia... ademas de los baches y desprendimientos propios de la estacion lluviosa.

A falta de 40 kilometros encontramos un camion atascado en una zona donde el barro habia inundado la carretera. Nos veiamos teniendo que dormir alli o volviendo hacia atras. Menos mal que aun conseguimos pasar por un lateral, menos mal que habiamos cogido una minivan porque los autobuses no podian pasar. Que buena inversion!

Unos metros despues, de repente, la carretera parecia de verdad, con dos carriles, asfalto y hasta arcen. Parecia otro pais. Podiamos pasar de 40 por hora, casi no nos lo creiamos. Pero poco duro lo bueno. La "autopista" laosiana tenia tan solo un carril de vez en cuando. Los deslizamientos de tierra hacian que el otro estuviera unos metros mas abajo, cayendose hacia el rio. Da pena que con el trabajo que les habra costado conseguir construir una carretera asi les este durando tan poco.

Aunque se suponia que eran unas 6 horas de trayecto, entre las paradas y el estado de la carretera nos costo bastante mas, llegando casi a las siete de la tarde a nuestro destino. Nos dejo en una guesthouse en la que nos quedamos a dormir, eso si, despues de ver varias habitaciones.

Casi sin pausa fuimos hacia el centro para planificar los dos dias que teniamos antes de partir hacia la frontera con Tailandia. Con las lluvias que estaba cayendo, el barro que debia haber por todos sitios, las sanguijuelas de las que nos habian advertido, pocas fuerzas y menos ganas, y un calzado inadecuado, decidimos dejar el trekking para un posible proxima visita a este pais (en otra epoca del año) y optamos por un tour de dos dias con otra minivan para ver varios poblados en el valle de Muang Sin.

En esta zona de Laos estan teniendo cuidado con los efectos negativos que puede causar el turismo sin control. Por eso han montado un sistema (mas) justo de reparto de los beneficios del turismo de manera que un porcentaje es para la agencia, otro para el conductor y el guia, el gobierno tambien se beneficia y otra parte les llega a los pueblos. Ademas se limita a 9 el numero de personas en un mismo grupo para minimizar el impacto que producen las visitas. Tambien hay carteles explicativos con recomendaciones para los falangs (como llaman por aqui a los guiris) que vamos por alli y hay un proyecto muy interesante que fomenta que lleves libros a los niños (big brother mouse), eso si, no dandoselos directamente a ellos sino al responsable del pueblo. Compramos varios y tambien pinturas y sacapuntas.

Salimos hacia alli el guia, el conductor y nosotros cuatro. Fuimos parando en pueblos de diferentes etnias minoritarias (Yao, Akha, Hmong...). Lo mejor de todo ver lo felices que son la multitud de niños que vimos. En uno de los pueblos se nos fueron acercando poco a poco cada vez mas, de forma que hasta los mas timidos acabaron al final siguiendonos y saludandonos. Todavia lo recuerdo, un pequeñin, en cuclillas desde la ventana de su casa gritando con todo lo que podia "Sabaaaaiidiiii!!" hasta quedarse sin aire. Cuando ya nos ibamos vimos que nos adelantaban, "que estaran tramando?" pensamos. Y al final lo descubrimos, habia que cruzar un puente y estaban todos alli esperandonos...


Cada vez eran mas y la complicidad era mayor. Haciamos algo y nos imitaban asi que lo supimos, ese era el momento de cumplir el objetivo inicial de Lalo en este viaje, enseñarles el Chiki-chiki a los laosianos. Que listos eran, lo repetian todo perfectamente a la primera.

En otro pueblecillo senti una gran impotencia cuando se nos acerco una joven madre con su bebe y nos mostro una gran grieta que tenia en el pezon por la lactancia. Nos pedia medicamentos pero tan solo pudo decirle el guia que debia ir al hospital. Que lastima no ser medico en esos momentos, pero poco mas podiamos hacer. Ademas de no saber que podiamos aconsejarle, en caso de darle alguna medicina podia no utilizarla correctamente o darsela a otra persona para otra dolencia totalmente diferente. Es un riesgo que no hay que correr.

Para dormir nos dieron dos opciones o en Muang Sin o en una guesthouse a ocho kilometros, mas tranquila todavia. Decidimos lo segundo y acertamos: bungalows con terracita hacia los arrozales. Lastima que insectos varios tambien estuvieran muy a gusto en este lugar. Lalo se convirtio en mi mejor amigo del lugar: se cargo a zapatillazos a la araña mas grande jamas vista, que habia pensado que la puerta de nuestro baño era un buen lugar para jugar al escondite.

Al dia siguiente visitamos el mercado de Muang Sin, en tiempos importante lugar de comercio del opio y convertido ahora en zona de compra para las poblaciones cercanas. Como el museo estaba cerrado fuimos de trekking por los poblados cercanos. Habia un poco de cachondeo con Lolita porque queria hacer uno extremo y finalmente acabo siendo mas duro de lo esperado: el guia preguntando por donde se va a los que estaban trabajando entre los arrozales, encontrar refugio para el primer y segundo chaparron pero calados hasta los huesos con el tercero y mas fuerte, cruzar un rio quitandonos los zapatos para poco despues mojarlos enteros cuando rio y camino eran lo mismo. Menos mal que nos lo tomamos con buen humor y hasta hicimos fotos de la ropa tendida en un arbol cuando conseguimos cambiarnos.

El jueves salimos pronto rumbo a Huay Xai, la frontera con Tailandia. Habiamos reservado el autobus (local) para tener buenos sitios y ahorrarnos tener que ir hasta la estacion a 10 kilometros de distancia. Cuando llegamos vimos un pequeño minibus con sillas de plastico en el pasillo, menos mal que nos tocaron asientos de verdad. Bastante encajonados sufrimos la lentitud mas absoluta jamas experimentada: un autobus que va mas lento bajando que subiendo. Un vecino de asiento nos dijo que debia de haber un problema con los frenos y por eso iba en primera, que tranquilidad! Varios desprendimientos sirvieron para darle emocion a nuestra salida del pais. Finalmente fue mas facil de lo esperado, un tuk-tuk desde la estacion hasta el embarcadero y despues de cruzar el Mekong ya estabamos de vuelta en Tailandia.

lunes, 25 de agosto de 2008

Flipando en Luang Prabang

A la mañana siguiente, en Luang Prabang, intentamos aprovechar al máximo el hotel, durmiendo hasta última hora y duchándonos (cuando volvió la luz). Luego fuimos en busca de un alojamiento más céntrico, pero vistas las experiencias anteriores decidimos desayunar primero. Después de mirar 6 ó 7 guesthouses nos quedamos con la única, prácticamente, que no olía a cerrado o a humedad.

Salimos a dar un paseo por la ciudad, Patrimonio de la Humanidad, para ver templos, monjes y algún mercadillo. El primer wat que vimos nos gustó bastante, incluso los monjes (que tanto les gustan a Lalo y ML, pero de forma distinta) nos deleitaron con un poco de música de campanillas y tambores.

Continuamos el paseo por el río y las calles de la ciudad, hasta eso de las 5 de la tarde cuando nos dimos cuenta de que no habíamos comido. A continuación, nos dirigimos al mercado nocturno que estaba lleno de tenderetes (de ropa, fundamentalmente) y alegraba la calle con sus luces. Nos vinimos arriba con los pantalones y acabamos comprando varios, alguna camiseta, recuerdos,... todo a muy buen precio a pesar de lo mal que regatean nuestros compis de viaje, jeje.

En nuestro segundo día tocaba madrugar para ver cómo la gente le da comida a los monjes al amanecer. Lástima que nos dijeron mal cuándo era y aparecimos allí media hora antes de lo debido. Con la baja de Lalo y tras hacer unas 100 fotos, nos fuimos a desayunar antes de volver al hotel a dormir otro rato.


Por la mañana, a una hora ya ¨decente", negociamos un tuk-tuk para ir a la cascada de Tad Sae donde nos habían asegurado que había elefantes. El conductor también cruzó el río porque quería darse un baño, pero nosotros nos lanzamos a comprar platanos para dárselos a esos animales tan simpáticos. Después de comerse el saltamontes, Lalo cumplía su segundo objetivo del viaje (en próximos capítulos descubriremos si pudo con el tercero y más difícil: enseñar el chiki-chiki a los niños laosianos).


Después de refrescarnos un poco, volvimos a ver a los elefantes. Nos dejaron "jugar" un rato con ellos y estuvimos acariciándolos. El camino de vuelta fue algo más accidentado, ya que la lancha se caló varias veces, pero por fin regresamos a Luang Prabang para comer.

Como estaba lloviendo el mercadillo fue un poco más triste, apenas quedaban puestos. Contactamos con algunos compatriotas en un intento por compartir los gastos de la minivan que andábamos buscando para ir a Luang Nam Tha, en el norte, pero no hubo suerte.

Nota: Fly Yeti, que volaba de Kuala Lumpur a Kathmandú, ha dejado de hacerlo así que se nos complica el viaje a Nepal. ¿Alguna sugerencia?

viernes, 22 de agosto de 2008

Vientiane y Vang Vieng

Finalmente llegamos a Vientiane por la mañana habiendo dormido bastante mas de lo esperado. Miramos varias guesthouse por el centro y finalmente nos quedamos en el Youth Inn en una habitacion cuadruple.


En nuestra guia aconsejaban un itinerario de entre cuatro y seis horas pero debe ser que no somos expertos en Wats (templos) porque lo dimos por visto en bastante menos tiempo. Terminamos buscando cartiers que le han encargado a Lolita en un centro comercial y despues de pasear por los campos eliseos laosianos cogimos un tuk-tuk para ir a un monasterio, un tanto alejado, en el que daban masajes. Lolita tenia antojito porque habia leido sobre este sitio en algun foro de viajes y nos dejamos llevar. La verdad es que tenemos que agradecerselo porque de otro modo no hubieramos acabado tomando una sauna de hierbas con una tela floreada como unico atuendo. Como era nuestra primera vez, estabamos un poco torpes y tuvimos que preguntar dos veces donde estaba la ducha. Mas bien resulto ser un remojo con cazos de agua fria que habia en una especie de estanque. Menos mal que encontramos una manguera con la que hicimos alguna guerra de agua. El masaje estuvo bien, sobre todo porque si abrias los ojos te veias rodeado por un gran jardin. La chica que me lo daba fue muy majica y como vio que se me estaban 'comiendo' los mosquitos me tapo todo lo que pudo con otra tela floral.

Como guinda del dia acabamos, por casualidad, encontrando un restaurante frances (La Terrase) donde disfrutamos de nuestra mejor cena en Laos, bistec con salsa de queso azul incluido.

Como Vientiane no parecia tener mucho mas que ofrecernos, cogimos un VIP bus a Vang Vieng al dia siguiente por la mañana. Aunque en un principio no estaba en nuestro planning decidimos darle una oportunidad. Llegamos con mas de una hora de retraso y el autobus nos dejo en un resort a las afueras. Un poco empanados andamos con un calor infernal hasta encontrar alojamiento. Comimos casi a las cinco de la tarde y bajamos al rio a ver el atardecer. Este pueblo de Laos es famoso por el tubing (bajar el rio con un neumatico) y por su "ambiente happy". Pasamos de estos dos temas y el viernes alquilamos unas bicis (esta vez de montaña) para ir a ver un par de cuevas cercanas. Lo mejor el paisaje: montañas karsticas y arrozales. Lo malo es que Lolita no llevaba calzado adecuado y no pudimos explorar completamente las cuevas.


Por la tarde habiamos cogido un bus VIP rumbo a Luang Prabang. Se suponia que salia a las 4:30 y tardaba unas 6 horas. Pero es que en Laos eso es mucho suponer. Empezamos a sospechar que no iba a llegar puntual cuando vino a la estacion pasadas las seis. Sin aire acondicionado y lleno de mercancias hasta arriba... va a ser que no es muy VIP. Pero lo mejor estaba por llegar: paradas al dos por tres, bichitos en los asientos (menos mal que yo no los vi y cuando me lo decian pensaba que era broma), musica laosiana a tope hasta las mil, un calor horroroso y hora de llegada a las 3 de la madrugada. Vendidos al tuktukero de turno, nos mareo hasta llevarnos a una guesthouse abierta. Por fin una cama y una ducha, menos mal que la gente habla maravillas de Luang Prabang, todo el mundo nos lo ha dicho, a partir de ahora vamos a flipar!!

martes, 19 de agosto de 2008

Retenidos en Pakse

El domingo llegamos a Pakse sobre las 7 de la tarde, justo a tiempo para coger el autobus VIP que nos tenia que llevar a Vientiane. Malas noticias, no sale. Las lluvias de la semana pasada en la capital (que no se veian hace 20 años) han complicado el viaje desde el sur. Intentamos ir al centro a ver si hay alguna otra posibilidad y, desgracias de la vida, caemos en manos de "nuestro peor amigo de Pakse".

Al preguntar en el restaurante hindu en el que habiamos cenado el otro dia, nos recomiendan una agencia de viajes (Pakse Travel) que esta alli cerca. Al principio nos engaña y parece amable, incluso nos "vende" una minivan para aprovechar el dia siguiente en la meseta de Bolaven. No hay autobus, ni vuelos, ni ninguna otra manera de ir a Vientiane. Incluso nos planteamos abandonar Laos para ir a Camboya o al norte de Tailandia. Al final, por unanimidad, apostamos por este pais que tanto nos esta gustando. Mas tarde nos enteramos a traves de unas chicas catalanas que se puede ir en bus local. Algo empieza a no cuadrar.


Pasamos el lunes viendo plantaciones de te y cafe, cascadas muy chulas inmersas en el verde de la zona, algun pueblo teoricamente "alejado" del turismo en el que viven minorias etnicas,... En uno de ellos encontramos decenas de niños, muy majos, jugando en la calle, casi todos desnudos y con pocos juguetes aparte de un trozo de carton o una piedra. Uno de ellos, de apenas 3 o 4 años, se divierte plaza arriba y plaza abajo correteando con un palo en la mano en el que ha enganchado la hoja de un arbol. Le ha hecho un par de cortes en los extremos y consigue que gire como un molinillo de viento... que felicidad!

Otro pequeño, de ojos saltones y que apenas sabe andar, nos mira fijamente con recelo. Da unos pasos hacia nosotros, se para, vuelve a andar,... se da media vuelta pero pronto se gira para volver a mirarnos. No sabe que hacer. Su hermano mayor (o vecino) quiere llevarselo pero el se resiste: nos esta investigando. Al final pierde el interes y se va con el resto. Mientras tanto, Lalo ha entablado amistad con el resto gracias a las fotos de la guia. Como bien nos comentaron El y Ella en el crucero, son increibles las diferencias en el punto de vista de cada uno sobre un mismo hecho: ML se va preocupada por el futuro de estos niños y su salud, mientras que yo me quedo con la impresion de que son felices con lo poco que tienen.


A traves del movil del conductor nos siguen llegando malas noticias sobre nuestra ansiada salida de Pakse. A la vuelta, nos acercamos de nuevo a la agencia sin que haya novedades. Solo podemos coger el bus local de la mañana siguiente, que sale a las 8:30 y no llega hasta un dia mas tarde. Preguntamos en la competencia y, sin mucha conviccion, nos dicen que el autobus de hoy esta lleno. Lleno? Si se suponia que no habia. Vamos a intentarlo en el restaurante hindu para desempatar. La respuesta ni la recuerdo porque enseguida nos empezaron a pedir 50.000 kips que, teoricamente, nos habian devuelto de mas el dia anterior. Vamos hombre!

En Internet no hay forma de encontrar nada, asi que salimos dispuestos a llegar a la estacion de buses que conociamos para, al menos, comprar billetes de autobus para el dia siguiente. Otro grupo de catalanes que habiamos conocido, y que como nosotros estan recorriendo Laos de sur a norte, nos confirman que se van esa misma noche hacia Vientiane en bus VIP, y que otros compañeros suyos han salido a las 6 de la tarde en bus local. Lo que faltaba! Damos media vuelta y bastante cabreados nos dirigimos a la oficina de nuestro "amigo". Lo ponemos verde pero de poco sirve. Nos manda a otra estacion VIP en la que un autobus esta dispuesto para salir. Solo quedan 3 plazas. Como somos 4, no nos venden los billetes. Volvemos a discutir con el que ML califica como "peor enemigo de todos nuestros viajes". El no reconoce su incompetencia e incluso mas tarde nos deja una nota en el hotel con mas explicaciones. Dudabamos si tenia mala intencion o simplemente era muy torpe, pero al final nos decidimos por lo segundo.

Al dia siguiente, intentamos coger el bus local con la esperanza de que "solo" le cueste 12 horas. Un par de discusiones con tuk-tukeros mas tarde llegamos a la estacion para descubrir que, efectivamente, se tardan mas de 24 horas. Volvemos al centro decididos a coger el bus VIP de por la noche, resignados a "perder" un dia en Pakse. Como el hotel era barato, pagamos una noche mas para poder dormir un poco y poder ducharnos. Todavia tenemos tiempo para ver una escuela de monjes budistas y el mercado local. A las 20:35 hacemos la ola cuando, por fin, conseguimos dejar atras esta ciudad.

domingo, 17 de agosto de 2008

Las cuatro mil islas

Nos levantamos tempranito para coger un autobus hacia Si Pha Don, ya cerquita de Camboya. En esta zona el rio Mekong alcanza hasta los 14 kilometros de anchura en la epoca de lluvias, pero en la temporada seca aparecen multitud de islotes por lo que esta region es conocida como la de las 4.000 islas.

Nos fuimos hasta Don Khon, una de ellas, famosa por su tranquilidad. El autobus nos dejo en Ban Nakasang donde cogimos una barca que nos acerco hasta alli. Impresionaba navegar este inmenso rio en una embarcacion tan pequeña, pero llegamos sin problemas. Comparamos en un par de hotelillos y nos quedamos en unos bungalows en la orilla del rio, con su terracita hacia el Mekong y su indispensable hamaca.


Despues de comer ibamos a alquilar unas bicicletas pero la lluvia repentina nos hizo cambiar de planes y echamos una buena siesta. Luego cogimos las bicis y empezamos a recorrer esta pequeña isla, bordeandola al principio yendo por la orilla del rio. Pronto hicimos amistad con los pequeños habitantes de las casitas que nos ibamos encontrando e hicimos numerosas fotos. Como se reian cuando se veian en la pantalla de la camara digital! Esquivando las zonas donde el rio estaba un poco desbordado llegamos a los campos de arroz y quedamos realmente cautivados por Laos. Definitivamente no nos va a defraudar.


Por la tarde estuve haciendo un poco de guerra psicologica a nuestros compis de viaje. Parece que el rio esta muy crecido..., no se si el bungalow justo en la orilla sera seguro..., creo que en la guia ponia que en epoca de lluvias habia que buscar alojamiento en la parte interna de la isla... Se estuvieron riendo de mis "miedos", jeje, pero por la noche, como estaba lloviendo, Lolita acabo levantandose a ver si subia el nivel del rio.

Al dia siguiente repetimos la experiencia y alquilamos las bicicletas a la pareja de "ancianos carismaticos" que nombra la Lonely Planet porque parecia que el sillin era mas comodo. Recorrimos la parte oeste de la isla, viendo unas cascadas y una supuesta playa de arena desde la que se veia la otra orilla del Mekong, ya en Camboya. Las chicas nos quedamos con ganas de repetir el paseo del dia anterior y rehicimos el camino por los verdes arrozales. Aunque mirando las nubes del cielo parecia que iba a ser el fin del mundo, al final no llovio y pudimos disfrutar de nuevo de los peques, de los campesinos arando con los bueyes, de la gente bañandose en el rio...


El domingo teniamos intencion de volver a Pakse para coger un autobus nocturno hacia la capital. Finalmente decidimos alquilar una minivan entre los cuatro (80 USD) para poder parar en Champasak y ver el templo de Wat Phou, aprovechando asi mejor el dia. Para llegar hasta alli tuvimos que cruzar el rio con un ferry que consistia en tres barcas unidas en las que cabian hasta siete vehiculos.


En las ruinas Marcos continuo causando furor y una laosiana, con la que ya habia entablado conversacion en el ferry, se quiso hacer una foto con el. Tiene mucho exito por aqui, en Bangkok tambien le pidieron hacerse otra foto con un chico. Lo voy a tener que atar en corto.

jueves, 14 de agosto de 2008

Primeros pasos en Asia

Despues de varios dias sin "postear" ya andamos por tierras laosianas y estamos difrutando de sus arrozales y sus niños, de su espontaneidad y tranquilidad... pero no quiero adelantar acontecimientos y empezare escribiendo donde nos quedamos, alla en nuestro vuelo hacia Bangkok.

Qatar Airways no nos defraudo y tuvimos un buen vuelo, con el kit completo (antifaz, tapones para los oidos, cepillo de dientes y calcetines), comida correcta, vino frances de Syrah, El Orfanato como pelicula en español y una puesta de sol de las que te dejan huella. En la escala en Doha tuvimos el tiempo justo para poder navegar 10 minutos gratis y poder mandarle un correin a Lolita.

Llegamos a Bangkok prontito por la mañana y probamos a ir con el autobus 556 hasta Khao Sand Road. Aunque dimos un poco de vuelta lo conseguimos y llegamos por 33 Baths. Fuimos a una calle paralela, mas tranquila, y nos cogimos dos habitaciones dobles en el Green House (540 cada una) donde estuve el año pasado con Julia. Como no habiamos dormido demasiado (alguien jugando al ajedrez), nos dejamos llevar por el sueño acumulado hasta casi las cinco de la tarde. Comimos o merendamos o como se llame a ingerir alimentos a esas horas y nos fuimos a dar una vueltecilla hasta las ocho que habiamos quedado con Lolita. Para celebrar este reencuentro Bangkok se habia engalanado, bueno, tambien con la excusa de que era el cumpleaños de la reina y pudimos ver fuegos artificiales y unas bailarinas con vestidos tradicionales.

Lolita llego sin problemas y tras los abrazos de rigor le enseñamos el hotel y salimos para cumplir el principial objetivo de su viaje, que Lalo se comiera un saltamontes. No se que insecto era pero yo pase de la aventura culinaria y me quede fotografiando el momento.

Al dia siguiente visitamos el Palacio Real y el Buda reclinado. Por la tarde fuimos a la estacion para coger el tren nocturno rumbo a Ubon Rattanatchi (o como se escriba), en el este de Tailandia. Aunque se supone que era expreso empezo acumulando casi una hora de retraso asi que ya imaginamos que no llegariamos a tiempo de coger el autobus de la mañana hacia Pakse en Laos. Dormimos, unos mas que otros, y al despertar nos sorprendimos con los arrozales que estabamos atravesando. Con el mono de verde que tenia, que bien!

Despues de sacar dinero en el cajero (se supone que en Laos te cobran un 3 por ciento adicional) cogimos una camioneta de dos filas (nuevo medio de transporte para nosotros) que nos llevo a la estacion de autobuses. Comprobamos que hasta las 3:30 no salia el siguiente autobus hacia la frontera laosiana y nos lo tomamos con tranquilidad, jugando a las cartas con espontaneos mirandonos.

Los tramites en la frontera fueron rapidos (eramos los unicos extranjeros en el autobus) y tras pagar los 35 USD del visado seguimos rumbo a Pakse. Al llegar nos quedamos en la guesthouse de la estacion de autobuses porque al dia siguiente ibamos a coger uno temprano. Cenamos en el centro y para volver casi dejamos escapar uno de los pocos tuk-tuks que habia porque con la nueva moneda (kips laosianos) parece todo mucho mas caro. Menos mal que tuvimos una segunda oportunidad y pagando menos de un euro entre los cuatro nos ahorramos media hora de caminata.

lunes, 11 de agosto de 2008

Resumen Egipto, Jordania y Siria

Parece que fue ayer cuando salimos y ya hace un mes y pico. Cerramos esta primera etapa del viaje satisfechos de haber elegido estos destinos. Hasta ahora estamos dentro del presupuesto asi que a lo mejor nos podemos dar algunos "lujos" en Asia.

Como siempre me hago un resumen en una hoja cuadriculada, no iba a ser menos en el blog. De esta forma se ve rapidamente donde hemos estado y lo que hemos hecho. No se si podra ser de utilidad para otros viajeros... pero a mi a veces me viene bien saber el itinerario de otros mochileros. Si alguien tiene alguna duda estaremos encantados de intentar ayudar. Los hoteles no son ni mejores ni peores que otros, son simplemente en los que hemos estado.

EGIPTO
1: El Cairo// Llegamos por la noche // Liali Hotel, reserva internet hostelworld (80 EGP). Relacion calidad-precio caro.
2,3,4: El Cairo // Hotel Dahab (35). Agradables, mucho calor // Museo egipcio - Tawfiqiyya souq - Piramides - Cairo copto - Khan AlKhalili // Nos falto: Saqqara, Dashur, Ciudadela y mercado de camellos de Birqash. Tren Cairo - Asuan 60 US$ (en dolares solo)
5,6: Asuan // Hotel Nubian Oasis (50) // Isla elefantina - Museo - Abu Simbel - Templo Philae // Nos falto: paseo en faluca.
7,8,9: Luxor // En tren // Hotel New Everest (50) // Templo de Luxor - Orilla occidental (valle reyes, reinas y mas templos) - Karnak.
9: Por la noche bus a Hurgada (se llega tarde) // Hotel Queen (70).
10-14: Ferry a Sharm (250). Bus a Dahab (35) // Auski Camp (40) // Snorkell y relax.
14: Excursion Monte Sinai por la noche (95) + Bus a Nuweiba (30)
15,16: Nuweiba // Hotel Mondial (50) // Relax // Nos falto: excursion a cañon colorado.
17: Ferry a Aqaba (80 US$)// Visado Jordania gratuito

JORDANIA
17: Aqaba // Hotel Dweik (18 JOD)
18: Wadi Rum // Taxi 5 por persona // Excursion con noche (35) Zedane: zedn_a@yahoo.com
19-22: Petra // Bus a Wadi Musa (6) // Hotel Valentine (15) y Hotel Orient Gate (15 con desayuno) // 4 dias en Petra (Entrada 31)
23: Amman // Bus (5) // Hotel Cliff (8, sin baño)
24,25: Alrededores de Amman // Coche alquiler: 40 x dia CDW incluido // Betania - Mar Muerto - Castillo Karac - Madaba (Pilgrims House 20)- Castillos del desierto
26: Jerash desde Amman // Bus 0,7
27,28: Amman. Problemas medicos.
29: Taxi colectivo a Damasco (10) // Tasas salida Jordania (5)

SIRIA
29,30: Damasco // Hotel New Promise (1000 SYP) // Parte antigua, zoco
31,1: Palmyra // Bus (200, 3h) // Hotel New Tourist (350) // Una buena fuente de informacion: mohamadpalmyra6@hotmail.com
2: Bus a Homs - Microbus a Crac de los Caballeros - microbuses varios hasta Latakia // Hotel Safwan (900)
3,4: Aleppo // Castillo Saladino desde Latakia // Tren a Aleppo (160) // Hotel Spring Flower (700) // Ciudadela, zoco.
5: Excursion a Iglesia de San Simeon desde Aleppo en microbus (450 para 4) - Barrio Al-Jdeida.
6: Museo Nacional de Aleppo // Bus a Hama // Hotel Cairo (450, baño compartido) // Norias y parte antigua.
7: Aphamea (2 minibuses 10 + 35) // Bus a Damasco // Hotel Saida (500, hab compartida)
8-11: Damasco // Hotel New Promise (1000) // Parte antigua, zoco, mezquita omeyas, palacio Azem... // Excursion a Bosra
Actualizacion: Gracias al comentario de Nu nos hemos dado cuenta de que hay que hacer alguna aclaracion. Todos los precios, si no se indica lo contrario, son en moneda local. Los precios de los hoteles se refieren a habitacion doble, normalmente con baño. El resto (transportes, entradas, excursiones,...) son por persona. Algunas entradas incluyen descuento con carnet de estudiante (ISIC).
Las equivalencias, en el momento del viaje, eran las siguientes:
- 1 euro = 8 libras egipcias (EGP)
- 1 euro = 1,1 dinares jordanos (JOD)
- 1 euro = 75 libras/liras siria (SYP)

domingo, 10 de agosto de 2008

4 días en Damasco

Sin madrugar mucho, volvimos a la carga con la búsqueda de hotel. Será porque es agosto o porque hemos caído en fin de semana pero está todo lleno. Al final, terminamos de nuevo en el New Promise en el que habíamos estado los primeros días.

Tras preguntarle al dueño y a un par de voluntarios por la calle, por fin encontramos la estación de Bab Mousala donde se coge el bus a Bosra. Enseguida nos "llamaron" desde uno de los vehículos y por señas nos indicaron que el precio era de 70 SYP. La cosa no iba mal del todo (salvo porque nos faltaban los cambios) hasta que llegamos a Der'a. Aparte de entrar al pueblo con la consiguiente pérdida de tiempo, de repente nos señalan hacia unos microbuses al grito de "Bosra". Pero bueno, si nos habías dicho que este autobús iba allí!! Pues nada, después de mucho discutir en varios idiomas al final nos tenemos que contentar con nuestro cambio, un nuevo micro... y gracias!

Compramos unos sandwiches de falafel porque ya se habían hecho las 2 y pico, antes de continuar hacia nuestro destino. Una vez allí entramos al Teatro, uno de los mejor conservados del mundo. Enorme y de basalto negro, está rodeado de unas murallas que se construyeron posteriormente para defender la ciudad. El resto de ruinas del pueblo no tenían mucho interés así que a eso de las 5 empezamos una nueva "operación retorno". El bus directo, si es que existe, estaba lleno por lo que tuvimos que repetir la combinación micro + bus, añadiendo otro autobús urbano para acercarnos al centro de Damasco.



Nos vamos a tomar estos últimos días en Siria con tranquilidad, hoy tampoco toca madrugar. Visitamos la Mezquita Omeya (50 libras, túnica incluida para ML) antes de comer, y después de repetir con nuestro querido shwarma vamos al Palacio Azem y damos otra vuelta por el Zoco. Un poco de internet, un descanso en el hotel y salimos para cenar en un restaurante con espectáculo de derviches. Es nuestra turistada en Siria y, como tal, no defrauda porque sólo hay un bailarín. Al menos la comida era correcta y variada, ya que no estamos acostumbrados a tantos platos diferentes.



Hoy, domingo, teníamos pensado acercarnos a Maalula pero parece que el destino había pensado otra cosa. Una vez más salimos tarde del hotel. No nos apetece andar hasta la estación con este sol, así que lo intentaremos con un service: "Karajat Maalula?". Señalan el interior del micro. Se hacen entender a la hora de pagar las 20 SYP, pero se les olvida avisarnos de cuál es nuestra parada. Intentamos volver andando pero parece que está lejos. Cogemos un bus urbano en el que el conductor se ofrece a ayudarnos... pero también se le pasa. No es nuestro día, mejor nos quedamos en Damasco. Daremos otra vuelta por el zoco y descansaremos. Mañana nos espera un día ajetreado. Primero, adivinar cómo se llega al aeropuerto (en bus, si es posible) y luego unas 11 horas de vuelo hasta Bangkok. Próxima parada, Tailandia y Laos... con Lolita!!

jueves, 7 de agosto de 2008

La hospitalidad siria

Hasta ahora los sirios nos habían tratado bien, pero lo de los últimos días en Hama ha superado todos los límites imaginables.

Después de cambiar el autobús que nos traía desde Aleppo, debido a una avería, ML consiguió un asiento a base de codazos mientras yo guardaba las mochilas en el maletero. Al final pude sentarme en las escaleras de la puerta de atrás, donde antes de llegar hice un "amigo" que me pidió disculpas por el problemilla sufrido en el bus. Le contesté que no pasaba nada mientras pensaba que, en España, habíamos estado a punto de perder el avión por culpa de Alsa.

Nada más bajar intentamos regatear con los taxistas pero no hay manera. Ellos mismos (milagro!) nos dicen donde coger el service que lleva al centro. Debíamos de tener cara de perdidos porque un chico se acercó para intentar ayudarnos y terminó acompañándonos hasta la misma puerta del hotel (sin buscar comisión ni nada parecido). Incluso nos dio su tarjeta por si necesitábamos algo más esos días.


Después de ver las famosas norias de Hama y de dar un paseo por su casco viejo, estábamos buscando un sitio para navegar cuando dos o tres personas se nos acercaron inmediatamente para ofrecer su ayuda. Parecía que iban a convocar una consulta popular para buscarnos el mejor sitio, qué majos!

Al día siguiente decidimos ir a Apamea (Afamia), dejando las mochilas en la estación de autobuses para ir directamente a Damasco a la vuelta. Al salir en busca de los microbuses que nos debían dejar en el pueblo de antes, 3 hermanos sirios (2 chicas y un chico) nos preguntan dónde queremos ir. Una vez más, se ofrecen a acompañarnos al lugar adecuado. Por el camino, creo entender que les pilla de camino pues el chico sólo habla árabe. ML se entera, a través de una de las hermanas que si habla inglés, que son estudiantes que van de vuelta a Suqeilibiyya, su pueblo y nuestra "escala" hacia las ruinas. No contentos con llevarnos hasta la misma puerta del micro, nos pagan el transporte a pesar de que intentamos evitarlo. En el trayecto sufrimos el "interrogatorio" de rigor, aunque esta vez es mutuo. Nos enteramos de que son 6 hermanos, que su padre murió, que los dos que no hablan inglés son gemelos,... incluso hacen de guías turísticos a través de la ventanilla. Ya en su ciudad, nos ayudan a esquivar a los taxistas y nos indican dónde debemos enlazar para llegar a Apamea. Les ofrecemos ir a beber algo fresco pero tienen prisa, así que nos despedimos y continuamos el viaje.

El microbus nos deja en la carretera así que tenemos que sudar un poco en la subida. Antes de llegar nos llaman desde una casa cercana para indicarnos qué dirección debemos seguir e invitarnos a un café, muy bueno por cierto. El idioma es una barrera, apenas podemos preguntarnos el nombre y "hablar" un poco de fútbol.

Una vez en las ruinas nos volvemos a juntar con un par de chicos de Madrid que habíamos conocido en el hotel y que estaban estudiando árabe. Fotografiamos la impresionante calle principal con sus columnas desde todos los ángulos.


Son las 2 de la tarde y estamos todos cansados, así que decidimos emprender el camino de vuelta. Junto con una joven de Taiwan que se les ha unido bajamos de nuevo hacia el pueblo, aprendiendo alguna palabra de este difícil idioma (al menos para nosotros), viendo con cierta envidia cómo ellos se comunican con la población local e incluso regatean el precio de la comida: un pollo y medio, con su "alioli", su ensalada y hummus de acompañamiento por 550 libras, un euro y medio por cabeza.

Charlamos de regreso a Hama, intercambiando experiencias. Nos hablan muy bien del monasterio de Mar Musa, un lugar tranquilo donde puedes alojarte y comer gratis a cambio de ayudar en las tareas cotidianas. Nos llama la idea pero son las 5 de la tarde y finalmente nos da un poco de pereza tener que pensar en más cambios de autobuses y regateos de taxis a esas horas. Continuamos hasta la capital.

Al llegar a la estación de Damasco, buscamos una forma barata de ir al centro y Osama, profesor de inglés y ex-guía turístico, se ofrece a acompañarnos en microbús. Una vez más, nuestro nuevo compañero nos invita al trayecto y se recorre media Old City hasta encontrarnos un hotel. En agradecimiento le decimos que se venga a tomar algo con nosotros, ya que está de paso y no tiene prisa por ir a casa de su tío.

En una terraza están sentados unos "viejos conocidos" de Bilbao y Pamplona, con los que habíamos coincidido ya en Ammán y Latakkia. Los cinco juntos pasamos el rato y como se ha hecho tarde, vamos a cenar un shwarma. Procuramos hablar en inglés para que nuestro amigo sirio pueda intervenir, pero nos resulta difícil traducir algunas anécdotas. Cuando se va a dormir seguimos la conversación en castellano, intercambiando historietas sobre Egipto, Jordania y Siria. La mejor, sin duda, en Deir Ez-Zur cuando a nuestros compis les dieron "gato por liebre"... y eso que habían pedido pollo. Muy amablemente nos ofrecen la foto para el blog, pero por respeto a Guisante y compañía no la vamos a publicar. Estamos a gusto y se nos hace la 1 y media. Agotados, nos vamos a dormir a nuestra cama única (estaba todo lleno) después de un día estupendo, compartido con buena gente.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Aleppo y alrededores

Aunque ya vamos contando los dias que nos faltan para juntarnos con Lolita en tierras asiaticas, seguimos disfrutando de Siria y de la hospitalidad de su gente.

En Aleppo, nos quedamos en el primer hotel que vimos: Spring Flower, cerca de la torre del reloj. No esta mal y parece acogedor. Ademas tiene conexion a internet (aunque un poco cara) y se agradece no tener que ir muy lejos para navegar.

Estos tres dias que hemos estado en esta ciudad del norte de Siria hemos podido ver su ciudadela, amurallada y encima de una colina. Nos hemos perdido una y mil veces en su zoco, siempre encontrando algo nuevo (esta misma mañana una carniceria "especializada" en camello).

Tiene su gracia ver un souq sin apenas extranjeros (hemos debido de ir a "buenas horas") y observar los puestos en los que realizan sus compras la gente de la ciudad. Sorprende los pocos comercios orientados a los turistas, lo que se agradece cuando buscas algo autentico. Tambien hemos tenido tiempo para ver la gran mezquita, otras mas pequeñas diseminadas por toda la ciudad y el barrio Al-Jdeida con sus iglesias ortodoxas y armenias. Esta mañana, antes de irnos hacia Hama, hemos ido al Museo Nacional, con salas dedicadas a los restos encontrados en Ugarit, Ebla y Mari.

Ayer nos acercamos a ver la iglesia de San Simeon, en su epoca la mas grande del mundo. El edificio, tambien llamado Qalat'at Samaan, toma su nombre de este peculiar personaje que nacio en el año 392 y, segun cuenta la leyenda, paso 40 años de su vida subido a un pilar, cada vez mas alto para estar mas alejado de la gente que iba a verlo para escuchar sus plegarias.

Para llegar hasta alli en transporte publico tambien habia que terminar negociando con un taxi o similar para los ultimos 6 kilometros. El dia de antes hablamos con otra pareja que estaba en nuestro hotel y decidimos compartir la aventurilla. Resulto ser mas sencillo y barato de lo esperado. El conductor del mismo microbus con el que ibamos al pueblo mas cercano nos hizo un buen precio (450 SYP) por llevarnos hasta el final del trayecto, esperarnos una hora y volver a Aleppo.

Por la tarde coindicimos de nuevo con esta pareja de Polonia y nos invitaron a ir a cenar con ellos. Habian conocido a un hombrecillo sirio que hablaba polaco porque habia vivido alli algunos años, y habian quedado con el para ir a cenar a un restaurante. El plan parecia divertido asi que nos apuntamos. Alexandre se presento puntual a la cita y nos guio callejeando rapidamente por las calles de Aleppo. Cuando llegamos al restaurante no parecia nada especial pero la comida resulto estar deliciosa. Nos dejaron probar los diferentes platos que tenian para poder elegir correctamente y desde luego acertamos. La cena fue divertida, medio en polaco, medio en ingles y medio en español porque nuestro anfitrion tambien sabia algunas palabras. Nos hablo de toros, flamenco, de la familia real (que se la conocia casi mejor que nosotros), de Franco y de Zapatero. De nuevo nos sorprendio la hospitalidad de la gente de este pais, que intenta hacerte sentir como en casa.


Nota: Ministerio de Educación, tenemos un problema!! Vayas donde vayas, da igual de donde sea la gente que conoces, todos hablan un perfecto ingles... menos los españoles (salvo honrosas excepciones). Lo mas grave del asunto es que Alexandre, en un momento de la cena, nos dijo que para ser de España hablabamos bien el ingles ya que nuestros amigos polacos nos entendian. Que no habra visto/oido este hombre para decir que nosotros espikeamos correctamente!!

domingo, 3 de agosto de 2008

Autobuses y Castillos

Después de tomar un último café con Mohamad y despedirnos de él, cogimos el primer autobús del día. De Palmira a Homs, 2 horas y 100 SYP por persona después del intento de timo de rigor. Una vez allí, un hombre muy amable nos indicó que debíamos cambiar de estación para poder ir al Krak de los Caballeros (Qala'at al-Hosn) y cuál era el bus urbano (2) que nos llevaba. Nada más llegar subimos a un microbus (3) que, sorprendentemente, nos dejó en la misma puerta del Castillo. Parece que de momento está siendo fácil, ya veremos cómo salimos.

En un par de horas visitamos el que se supone que es el castillo cruzado mejor conservado, bastante grande y que te sorprende poco a poco. Lástima que enmedio haya montado un escenario que le quita algo de encanto.


Comienza la "operación salida". Por si no fuera suficiente ir y volver en transporte público, se nos ha ocurrido que podemos continuar hacia Tartus para ver la costa mediterránea. Nos las tenemos que apañar para llegar al cruce de la autopista, negociando con otro microbús (4) que regresa a Homs y nos cobra el billete completo... menos mal que no llega a 1 euro! Ya en la carretera principal, seguimos con nuestra buena racha y enseguida se detiene un autobús (5) que se dirige a Tartus.

Como nos ha sabido a poco y todavía es pronto, decidimos continuar hasta Latakkia. No hay combinación directa así que tenemos que hacer transbordo en Jabla entre el sexto y séptimo transporte del día. Prueba superada!

Ya acomodados en el hotel, unos chicos vascos nos confirman que la ciudad tiene poco que ver y que las playas que hay varios kilómetros más al norte tampoco son ninguna maravilla. Mañana iremos al Castillo de Saladino y si volvemos a tiempo, cogeremos el tren a Aleppo.

El camino de hoy parece mucho más sencillo, gracias a la ayuda del chico del hotel que nos apunta los horarios, precios y direcciones en árabe. Sólo debemos llegar hasta Al Haffe en microbús para negociar un taxi que nos acerque al Castillo, a 5 kilómetros del pueblo. Por una vez que los buscamos los taxistas parecen haber desaparecido así que tenemos que montar en moto (100 libras ida y vuelta).

Lo más sorprendente de la excursión de hoy es el paisaje que rodea la fortaleza, un valle escarpado y lleno de árboles. A pesar de estar menos restaurado, o quizás por eso mismo, hay zonas que me gustan más que el de ayer. ML no comparte esta opinión, pero las vistas le compensan con creces (creo que ya tenía mono de verde).


A las 15h ya estamos de vuelta en Latakkia pero terminamos comiendo con prisas porque nos perdemos un poco y en el restaurante la comida tarda bastante en aparecer. Varios codazos después de llegar a la estación, conseguimos los billetes para el tren que está a punto de salir. Por sólo un par de euros hemos debido de comprar asientos de primera porque nos dan un zumo, caramelos, un periódico (en árabe, eso si) y auriculares para una nueva película de Van Damme.

Casi 3 horas después estamos en Aleppo y, milagro, hay un minibús gratuito que nos lleva al centro. El conductor es muy amable ya que se esfuerza por hablar inglés y por dejarnos lo más cerca posible de la Torre del Reloj, la zona de los hoteles económicos.
Vamos corriendo a buscar un sitio con internet para poder llamar a Erika, que hoy cumple 8 años. Parece que ya lo tenemos cuando comprobamos que alguien nos ha "mangado" nuestros ultimos dos euros de la cuenta de Skype y ademas la pagina para recargar esta bloqueada. Lo intentamos con los ultimos centimos pero finalmene no hay suerte. Solo podemos dejar un par de mensajes en el buzon de voz y mandar un SMS.
P.D.: En muchos sitios de Siria esta bloqueado blogspot.com asi que no podemos ver el blog ni responder a los comentarios (aunque los recibimos por correo, MUCHAS GRACIAS!!). Intentaremos contestar cuando podamos.

viernes, 1 de agosto de 2008

Mohamad VI de Palmira

Caimos en sus redes casi sin darnos cuenta. Habiamos comido en el Spring Restaurant nada mas llegar a Palmira y un par de horas despues, cuando volvimos a pasar por la puerta, nos atrapo. Con la "excusa" de practicar su castellano (y aprovechando que se habia ido la luz en el pueblo y no podiamos navegar) nos invito a un te de bienvenida. Su nombre, Mohamad. Sus profesiones: relaciones publicas, camarero, cocinero, hermano del hotelero, amigo del camellero, masajista, poliglota,... un chico para todo!

Sentados en la terraza de su restaurante observamos con asombro como "echaba la caña" una y otra vez, sin descanso pero sin ser pesado, arrancando siempre una sonrisa a todo aquel que se atrevia a pasar por alli. En cualquier idioma: ingles, italiano, frances, español, japones, algo de aleman,... incluso algunas palabras en catalan! Eso si, a una velocidad que lo hace casi imposible de entender.

Si ML hubiera ido sola a comer no me habría fiado mucho de su opinión, porque acababa de salir de su pequeña convalecencia e incluso los macarrones con tomate le sabían a gloria. Pero como también estuve allí doy fé de que el manshaf con yogur o las berenjenas con tomates y patatas estaban muy buenos.

Entre comidas y cenas vimos algo de las ruinas por las que habiamos venido hasta este lugar de Siria. Aunque estuvimos un par de dias solo pudimos disfrutar de los atardeceres, con esa luz que da un toque especial. El amanecer era demasiado pronto... y el eclipse se nos escapo.


Entre columna y columna aparecia de vez en cuando Hussein, con sus dos camellos blancos, llamandonos desde lejos: "No miedo, no miedo". Incluso se acerco con su sonrisa permanente y "aparco" delante nuestro para ofrecernos 10 minutos gratuitos, pero no consiguio hacer cambiar de opinion a ML. Eso si, cualquier turista que pasara en esos dos dias por Palmira supo lo poco que le gustan a Santarromana los camellos. Sera por eso o por su aparicion en el Heraldo, que toda una familia siria insistio en hacerse fotos con ella.


Normalmente no recomendamos personas concretas, pero en este caso esta totalmente justificado. Cualquier cosa que necesiteis en Palmira podeis pedirsela a Mohamad (mohamadpalmyra6@hotmail.com / 0955187046): alojamiento, comida excelente, un paseo en camello, clases de arabe, un masaje,... o incluso un "discreto" vestido de regalo! Al recibirlo en medio de la haima llena de turistas, ML se puso casi tan colorada como el propio atuendo, jeje.

No queriamos dejarnos atrapar pero al final nos hizo sentir como en casa, nuestra casa en Palmira.